El presidente boliviano, Evo Morales, ha reiterado este miércoles sus críticas contra la Organización de Estados Americanos (OEA) después de que el consejo permanente celebrara una reunión extraordinaria a pesar de que había sido desconvocada por Bolivia, que ejerce la presidencia temporal del bloque, y ha acusado a su secretario general, Luis Almagro, de ser una "amenaza a la paz".

En un comentario publicado en su cuenta oficial de la red social Twitter, Morales ha señalado que "Luis Almagro es una amenaza a la paz de nuestros pueblos" y lo ha acusado de promover "la violencia" para que se lleve a cabo una "intervención militar de Estados Unidos en Latinoamérica".

"No necesitamos organismos que fomenten el odio y división en América Latina. La OEA como institución sumisa a Estados Unidos está condenada a la extinción", ha matizado.

En este contexto, el ministro de Relaciones Exteriores del país, Fernando Huanacuni, ha señalado que el hecho de celebrar la sesión de la OEA a pesar de su desconvocatoria, realizándose así de forma "ilegal", es un "mal precedente" para el Derecho Internacional.

"El grave precedente que se ha generado el 3 de abril --día de la sesión-- es una mala noticia para el multilateralismo y para el Derecho internacional", ha afirmado, según recoge la Agencia Boliviana de Información (ABI). "Se ha atentado contra la base de confianza entre Estados forjada durante años", ha apuntado.

"El Consejo Permanente del día 3 de abril fue ilegal por la ausencia de un número considerable de países en la sesión, solamente participaron 21 países de 34. Al parecer la opinión de los 13 países restantes no cuentan", ha criticado, explicando que con esta acción se vulneran al menos tres artículos del reglamento de la OEA.

Morales ya calificó a la OEA de convertirse en "Ministerio de Colonias" al celebrar la reunión del lunes en la que abordaron la ruptura del orden constitucional en Venezuela y posibles medidas a tomar.

A pesar de la suspensión, un grupo de 20 países solicitó seguir adelante con la cita regional, que finalmente se celebró presidida por el representante permanente de Honduras, Leónidas Rosa Bautista, el miembro más antiguo, ya que no estaban ni el presidente, el boliviano Diego Pary Rodríguez, ni el vicepresidente, el haitiano Jean-Victor Harvel.

La OEA concluyó con un comunicado en el que ha urgido al Gobierno de Maduro a "actuar para garantizar la separación e independencia de los poderes constitucionales y restaurar la plena autoridad de la Asamblea Nacional", al tiempo que se mostró "dispuesta" a apoyar las medidas que "permitan el retorno al orden democrático" en Venezuela.

Maduro, por su parte, ha acusado a la "derecha intolerante" de haber cometido un "golpe de Estado" en OEA contra Bolivia y Haití y ha advertido de que "pretenden imponer un ''Plan Cóndor'' contra Venezuela para desaparecer esta patria". "Jamás" permitirá "la intervención", ha subrayado.

La celebración de la sesión responde a la decisión del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) de Venezuela de ratificar que la Asamblea Nacional estaba en "desacato", advirtiendo a los diputados de que, en consecuencia, cualquier acto que realizaran estaba exento de la protección que concede la inmunidad parlamentaria y asumiendo así las competencias de la sede legislativa hasta nuevo aviso. No obstante, el órgano judicial anuló estas decisiones, devolviendo al Parlamento sus competencias.