Los líderes del Partido Popular Europeo (PPE) lanzaron hoy un mensaje de unidad ante la notificación del "brexit", la salida del Reino Unido de la Unión Europea, si bien se mantuvieron cautelosos a la hora de hablar de las negociaciones con Londres en público.

Aunque este miércoles, coincidiendo con la recepción de la misiva de Londres, los líderes orgánicos del PPE elevaron el tono contra Reino Unido, los jefes de Gobierno populares optaron hoy en sus intervenciones en el pleno del Congreso del PPE por pasar de puntillas y simplemente llamaron a la unidad de los Veintisiete.

La canciller alemana, Angela Merkel, no hizo mención explícita al "brexit" en su intervención, aunque sí afirmó que "la UE tiene que hacer frente a los desafíos que se avecinan con valor y confianza".

Tampoco ha nombrado el "brexit" el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, que sí se refirió de forma implícita al Reino Unido al hablar del descontento con Europa por la crisis y recordar que dicho malestar también ha despertado "el fantasma de los populismos".

El único primer ministro en hablar alto y claro sobre el contenido de las negociaciones entre Bruselas y Londres fue el irlandés Enda Kenny, que agradeció el apoyo de los socios europeos y la Eurocámara para que la situación especial de Irlanda del Norte sea una línea roja en las negociaciones con Londres para el "brexit".

Kenny celebró la disposición de los líderes y la Eurocámara para que se ponga sobre la mesa de negociación ante Londres la cuestión de una frontera especial para Irlanda del Norte, de forma que no sea una frontera exterior o "frontera dura" tras el "brexit".

El hombre encargado de recibir este miércoles la carta de Londres, el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, reiteró por su parte la idea de que "paradójicamente hay algo positivo en todo esto, hace que el resto de 27 países estén más unidos y determinados en los valores que nos unen".

El presidente del Consejo Europeo no se detuvo a tratar las futuras negociaciones de la UE y Londres, aunque sí apuntó que "serán difíciles".

"Algunos proclaman el fin de nuestra historia", dijo Tusk, que señaló que esas posiciones son "exageradas" y que "mayores retos tuvieron que afrontar los padres de Europa".

En la misma línea optimista se mostró el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, que señaló que "el ''brexit'' no es el fin de todo, nos tenemos que convencer de algo que será nuevo, más fuerte y mejor".

En opinión del político luxemburgués, "debemos seguir adelante" y estudiar las cinco opciones del libro blanco presentado por la CE sobre el futuro de Europa, una vez se haya marchado el Reino Unido.

Más allá de referencias más o menos veladas al "brexit", todos los líderes hablaron del peligro del populismo, un fantasma que podría dificultar aún más el camino al proyecto europeo si en las próximas elecciones francesas gana la antieuropeísta Marine Le Pen (Frente Nacional).

La fuerza del PPE en el futuro también se verá influida en los próximos meses por los comicios en Alemania, en los que se juega la reelección Angela Merkel, que dedicó la mayor parte de la intervención a defender la necesidad de la solidaridad con refugiados de la UE y el acuerdo migratorio con Turquía.

Este miércoles, el mismo día de la activación del artículo 50 y la primera jornada del Congreso del PPE, el presidente del grupo de esa formación política en la Eurocámara, Manfred Weber, había elevado el tono contra Londres.

"El ''brexit'' va a costar mucho más dinero a los británicos de lo que se les dijo, pero ese es su problema, no el nuestro", señaló ante los más de 2.000 participantes de toda Europa que asisten a este congreso.

"Nuestra preocupación va a ser proteger los intereses de los ciudadanos de los 27 países que siguen en la Unión", dejó por su parte claro el presidente del PPE, Joseph Daul.

"Aunque no se trata de castigar al Reino Unido, tampoco conviene regalarles nada", señaló el líder de la principal familia política europea.