Viven en un campamento de tiendas de campaña a 20 metros de sus casas, esas que se vieron obligados a abandonar a las 9 de la mañana del 27 de octubre. Se marchaban por tres meses y ya llevan cinco (mañana) como espectadores privilegiados de la inacción en la restauración del talud de Bajo la Cuesta. "El miércoles, la alcaldesa y el gobierno municipal tienen una oportunidad de oro para demostrar cuál es de verdad su intención" porque el Pleno debatirá una moción del PP para declarar esta obra de emergencia, medida rechazada en ocasiones anteriores por PSOE y CC amparándose en el secretario municipal.

"Estamos aquí por culpa de que dejaron caducar expedientes, por sus falsos precintos judiciales de nuestras casas, por sus nuevas solicitudes de permisos cuando había dicho por activa y por pasiva que los tenía todos. Queremos creer en la alcaldesa y en ellos, pero nos lo ponen muy difícil, casi imposible". Lo dice el presidente de la asociación, Antonio Oliva, pero el resto asiente consciente de que les queda mucho tiempo para retornar.

Expirado el plazo (28 de febrero) concedido a Endesa para que reparara la parte del talud de Bajo la Cuesta que es de su propiedad, apenas han podido trabajar porque hay una zona en dominio público que precisa la autorización de Costas para intervenir y porque la inspección notarial de las viviendas se produjo con meses de retraso.

"Y falta la de Dani Ran". Es la empresa titular de otra zona del talud (duplica en superficie la de Endesa) que no realizará la obra pero que deberá afrontarla subsidiariamente porque la ejecutará el Ayuntamiento de Candelaria. "Bueno, veremos si la harán. No se sabe cuándo y ni siquiera si es seguro que la hagan".

Todo pasa por la concesión administrativa que el Servicio Provincial de Costas no ha otorgado aún para estabilizar más de la mitad del talud. "Lo de la concesión administrativa, aparte de no tener garantías de que la den, lo seguro es que demorará mucho la solución".

El desánimo entre los afectados no está extendido, pero el convencimiento de que "esto estaba orquestado" va creciendo. Sin embargo, pese a las demoras y "a los incumplimientos", continúan con la defensa de sus intereses "por la vía legal". Lo dicen con la boca chica, pero "continuaremos creyendo que en algún rincón sigue estando la justicia".