La concejala de Ciutat Vella del Ayuntamiento de Barcelona, Gala Pin, ha denunciado hoy un caso de "violencia inmobiliaria" en el edificio número 13 de la calle Lancaster, donde la propiedad del inmueble ha empezado a hacer obras con unos vecinos en el interior.

El edificio, en una localización privilegiada cerca de la Rambla y con vistas al Palau Güell, fue comprado hace unos meses por el fondo de inversión MK Premium, quien ofreció compensaciones económicas a los inquilinos para que abandonaran sus pisos antes de finalizar los contratos de alquiler, para rehabilitar la finca.

Esta mañana, unos operarios han empezado obras en el inmueble con una familia aún viviendo en el edificio: Ahmed, Rita, embarazada de 7 meses, y un hijo de 10 años, la única familia que no ha aceptado la compensación económicas de MK Premium, que les ofreció 5.000 euros para irse del piso antes del 2019, cuando acaba su contrato de alquiler.

"Los obreros habían empezado a hacer las obras y no les dejaban acceder a su casa", ha explicado Gala Pin a través de Facebook, en donde ha asegurado que dos inspectores municipales han presentado una orden de cese de las obras porque la propiedad "no tenía permiso de ningún tipo" para realizarlas.

El administrador de MK Premium, Daniel Leiva, ha asegurado que la inmobiliaria sí tiene los permisos, y ha explicado que "no se están haciendo obras", sino sólo "cambiando unas puertas de algunos pisos", pero en ningún caso las del piso donde vive la familia.

Sin embargo, tanto Gala Pin como Daniel Pardo, miembro de la organización vecinal "Resistim al Gòtic", han denunciado que los operarios han tirado paredes al suelo y no sólo cambiaban las puertas.

Pin ha denunciado que Leiva, que se encontraba en Lancaster 13, "alegaba que el edificio es una propiedad privada y que los técnicos municipales no podían entrar para comprobar si lo que estaban haciendo era ilegal", por lo cual los inspectores han tenido que llamar a la Guardia Urbana de Barcelona, tras lo que han podido entrar en el edificio.

Pardo, que ha acudido esta mañana a dar apoyo a la familia, ha denunciado que, antes de que llegaran los técnicos municipales, los operarios han limpiado las obras "para que no parecieran de hoy".

El Ayuntamiento ha anunciado que "se han detectado posibles actitudes fraudulentas por parte del propietario del edificio respeto a los inquilinos del inmueble", unas acciones que "persiguen vaciar el edificio rápidamente de ocupantes y tratar de venderlo a corto plazo para maximizar el beneficio a costa de la expulsión de vecinos".

"Esta práctica tiene un nombre, y se dice violencia inmobiliaria", ha lamentado Pin, que ha asegurado que el consistorio "utilizará todas las herramientas que les permita la ley para evitar que, con estas prácticas de ''matones de billetera'' asusten, coaccionen y expulsen" a los vecinos.

El Ayuntamiento ha ofrecido asesoramiento a los vecinos de Lancaster 13 desde que se conoció que MK Premium había comprado la finca, y está haciendo un seguimiento de su situación y también de los inmuebles del número 7, 9 y 11 de la misma calle, que están a la venda.

MK Premium se define en su página web como "una empresa patrimonial inmobiliaria especializada en la compra de edificios en Barcelona para aumentar su valor".