La organización terrorista ETA planea su desarme total en las próximas semanas, un proceso que será culminado el próximo 8 de abril y que encomendará a asociaciones civiles, según reveló hoy un militante vascofrancés al diario "Le Monde".

"ETA nos ha confiado la responsabilidad del desarme de su arsenal y, en la noche del 8 de abril, ETA estará totalmente desarmada", dijo al rotativo el dirigente del movimiento ecologista y social "Bizi!" Jean-Noël Etcheverry, "Txetx".

El anuncio, acogido con "cautela y prudencia" por el Gobierno español, se enmarca dentro de una iniciativa que el rotativo cataloga de "alcance inédito" y que será llevada a cabo por "varios centenares de personas de la sociedad civil y numerosos cargos públicos de la región".

Pese a todo, "Le Monde" apunta que, a juicio de esos intermediarios civiles, las condiciones para que se produzca la entrega de armas de ETA "todavía no se han reunido".

Los militantes pretenden que sea el Estado francés el que se haga cargo del armamento en una operación supervisada por "observadores imparciales".

"No queremos que (las armas) puedan servir al Estado español o a cualquier milicia que rechace todo escenario de desarme organizado por la sociedad civil", señaló Etcheverry.

"Txetx" Etcheverry fue detenido con otros cuatro representantes asociativos el pasado 16 de diciembre en la localidad vascofrancesa de Louhossoa junto a un depósito de armas de ETA, que, según afirmaron, pretendían inutilizar pero no destruir.

Se estima que en las diez cajas halladas en aquella ocasión el grupo terrorista guardaba el 15 % del arsenal que todavía mantiene bajo su custodia en zulos en la naturaleza y en domicilios particulares, sobre todo en el País Vasco francés.

El arsenal de Louhossoa contenía dos granadas, 29 armas cortas, 9 fusiles de asalto, 12 metralletas, más de 3.000 municiones, gran cantidad de explosivos, material para fabricarlos, detonadores y temporizadores.

Otro de los promotores de aquella iniciativa, que según sus autores pretendía "inutilizar" las armas pero no destruir pruebas, fue el presidente de honor de la Liga francesa de Derechos Humanos, Michel Tubiana, que hoy declaró a "Le Monde" que "si para entregar las armas hay que arriesgarse a años de prisión, eso es cerrar la puerta al desarme".

Sólo un día después de aquella operación policial, el ministro francés del Interior, Bruno Le Roux, consideró que "nadie" está legitimado para destruir armas de ETA.

"En materia de terrorismo todas las pruebas deben llegar a la justicia. Nadie tiene derecho a proclamarse destructor de armas y, eventualmente, de pruebas", indicó el ministro a la prensa.

Le Roux se preguntó sobre la motivación de "destruir armas que han podido servir para cometer actos graves, incluso atentados", al tiempo que señaló que seguirán obrando para incautarse de todas las armas que circulan de forma ilícita en el país.

Hasta ahora, la banda terrorista ha intentado tomar esta iniciativa a través de la llamada Comisión Internacional de Verificación, un grupo de expertos internacionales, y posteriormente con personas destacadas de la sociedad del País Vasco francés.

Sin embargo, ese proceso se encuentra paralizado por la negativa de los Gobiernos español y francés a participar en él, ya que las opciones planteadas por ETA no son aceptadas por ninguno de los dos países, que reclaman la disolución de la organización.

La banda terrorista ETA anunció el 20 de octubre de 2011 el fin definitivo de sus acciones violentas con las que ha matado, en las últimas cinco décadas, a 858 personas en su objetivo de lograr la independencia del País Vasco.