La reina Paola de los belgas, madre del actual rey Felipe, abandonó hoy el hospital en el que ha permanecido ingresada durante tres semanas por una fractura de cuello femoral (o fractura de cadera), informó el Palacio Real.

"Los médicos que trataron a la reina Paola han estimado que los resultados de la operación quirúrgica practicada el 17 de febrero eran muy favorables y que la reina había recuperado suficiente autonomía al andar y en los movimientos de la vida cotidiana", se indicó en un comunicado.

La reina Paola, que el próximo septiembre cumplirá 80 años, abandonó el hospital con destino al Castillo de Belvédère, una de las residencias de la familia real belga situada a las afueras de la capital, donde "seguirá una reeducación intensiva de la cadera y de su fractura vertebral".

El incidente de la cadera supuso el segundo ingreso de la reina Paola en una clínica en lo que va de año, tras un primer percance por una fractura vertebral.

La reina Paola ya se vio obligada a guardar un periodo de reposo total en 2015, cuando el Palacio Real anunció que sufría de arritmia cardíaca.

Paola fue reina consorte de los belgas por su matrimonio con el rey Alberto II, quien abdicó en su hijo Felipe en julio de 2013.