Estudiante del último curso de Administración y Finanzas, Sedomir Rodríguez de la Sierra no se equivocó cuando la recomendó al diseñador Jorge González; confía en alternar su reinado con su proyección profesional.

¿Qué tal la experiencia?

Bastante emocionante. Son casi las tres de la tarde y no me creo que sea la reina del Carnaval de Santa Cruz.

¿Quién es Judit?

(Se ríe). Es una chica humilde, responsable, que cuando se presenta a un tipo de certámenes como este lo quiere hacer perfecto y si no lo logra no se siente contenta consigo misma.

¿Hay tradición de Carnaval en casa?

Sí, mis hermanas se han presentado en galas de otros municipios; tengo familiares que son más carnavaleros que otros. He estado en la comparsa Son Bahía de Puerto de la Cruz, y he salido en cosos y galas; soy carnavalera. Y salir, salgo en Santa Cruz.

¿Cómo llega a ser candidata?

A través del diseñador Sedomir Rodríguez de la Sierra; Jorge González Santana contactó conmigo y fijamos una primera cita.

¿Qué es lo más importante en una reina?

Todo influye. El diseñador busca la candidata a raíz de la fantasía que quiere presentar. En mi caso, primero fue el traje y después la reina.

¿Cuándo vio el traje?

Lo vi por primera vez hace tres días, y horas antes de la gala me faltaba por conocer algunos detalles del traje que eran sorpresa. Es tanta la adrenalina que te entra cuando tienes que salir al escenario que no te pesa la fantasía.

¿Creía que iba a ser reina?

Todas teníamos posibilidades porque este año había muchísimo más nivel que otras ediciones y había bastante competencia; quedara quien quedara hubiera estado bien; es un privilegio para mí.

Intentando evitar el tópico, ¿qué significa ser reina?

Quitando todo el protocolo, ser reina es disfrutar en la calle, con tu gente y con el disfraz que tú mismo has buscado.

El traje de Fuentealta pesa 350 kilos y lleva más de 10.000 plumas

Jorge González Santana es el diseñador de cabecera de Fuentealta, empresa de la compañía de las Islas Occidentales. En su tercer año con esta firma (segunda vez que gana, la primera fue en 2015), creó un traje que pesa 350 kilos y lleva 10.000 plumas de pavo real, avestruz y faisán./ el día