La petición de creación de una comisión de investigación sobre el accidente de Angrois ha sido rechazada por tercera vez en el Parlamento de Galicia tras la votación secreta en urna que forzaron los grupos proponentes, En Marea y BNG, para evidenciar la relevancia del posicionamiento de cada diputado.

Esta ha sido la primera vez que se aborda en pleno esta demanda de las víctimas del siniestro ferroviario en esta legislatura, cuando entró en vigor la reforma de la normativa parlamentaria que permite a la oposición forzar una comisión de investigación por legislatura aun sin contar con la mayoría absoluta de forma automática.

Para ello, es preciso que lo pidan un tercio de los diputados (25) que pertenezcan a un mismo grupo o, en su defecto, las dos quintas partes (30) si forman parte de fuerzas parlamentarias diferentes, de manera que es ineludible que el PSdeG se sume a la reclamación de las otras dos fuerzas de la oposición para que esta posibilidad prospere --como piden los otros dos grupos de la bancada de izquierdas y toda vez que el PPdeG no la apoya--.

De hecho, a la postura de los socialistas, que ha sido de abstención en el pleno, hay que sumar la negativa del Grupo Popular a abrir esta comisión parlamentaria, ya que la mayoría absoluta de sus 41 diputados bastaría para que tuviese luz verde.

El debate se ha producido al arranque de la sesión plenaria, después de que el vicepresidente de la Xunta, Alfonso Rueda, en nombre del presidente gallego --ausente por el nacimiento de su hijo--, recibiese durante unos 30 minutos a una representación de la plataforma de víctimas, que le trasladaron sus reivindicaciones.

Sin embargo, la votación se ha pospuesto hasta la tarde, cuando se han repartido las papeletas y se ha habilitado una urna en el hemiciclo. El número de votantes ha sido de 73: 39 en contra, 14 abstenciones y 20 a favor, que coinciden con los diputados presentes del PP --faltaban el titular de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, y el conselleiro Francisco Conde--, el número de socialistas y los que suman entre En Marea y Bloque, respectivamente.

Tras establecer el presidente de la Cámara, Miguel Santalices, que, en consecuencia, la constitución de la comisión de investigación no procedía, asistentes en la tribuna de invitados han mostrado su malestar y han sido desalojados tras gritos de "asesinos", "sinvergüenzas" y "al cementerio va mi hija".

"OCULTAMIENTO"

A primera hora, en el hemiciclo, el viceportavoz de En Marea, Antón Sánchez, ha censurado que PP y PSOE están "faltándole el respeto a las víctimas" al considerar que "tienen mucho que esconder" detrás del descarrilamiento que ocasionó 80 muertes y más de un centenar de heridos en la curva de A Grandeira el 24 de julio de 2013.

Sánchez ha lamentado que "aquí no dimite nadie" y encima los responsables "se tapan" entre sí. "No lo hacen aquí y no lo hacen en Madrid", ha denunciado, sobre la comisión de investigación, y antes de concluir avisando que "cada uno" de los parlamentarios que votasen en contra son "responsables de esta falta de respeto".

Por su parte, la portavoz del BNG en la Cámara, Ana Pontón, ha subrayado que es "de justicia" y "una deuda" con los afectados que se abra esta comisión de investigación. "¿Qué hay tan fuerte que tienen que ocultar?", les ha preguntado a populares y socialistas.

Pontón ha visto una "obligación" en constituir esta comisión y "dar un paso adelante" para tratar de esclarecer las causas del descarrilamiento, más allá del despiste del maquinista. "Hoy, antes de votar y apretar el botón rojo, piensen qué votarían ustedes si fuesen una de las 218 personas que iban en el Alvia", ha sentenciado al término de su intervención.

"NO SERÍA ÚTIL"

Por su parte, el portavoz parlamentario del PSdeG, Xoaquín Fernández Leiceaga, ha considerado que "no sería útil" esta comisión de investigación en el Parlamento de Galicia, y ha identificado que el "ámbito adecuado" sería el Congreso de los Diputados, al tener "la competencia plena sobre estas cuestiones" y "capacidad de exigir" la comparecencia de responsables técnicos, políticos y empresariales.

Ha sido un diputado socialista, Odón Elorza, el que ha registrado iniciativas en el Congreso para exigir que se reabra la comisión técnica sobre el accidente. Por el momento, la dirección del grupo socialista no ha dado su visto bueno, y el parlamentario vasco se ha citado este martes con las víctimas en la Cámara Baja.

De nuevo en el debate del Pazo do Hórreo, por la mañana, Leiceaga ha rechazado, además, que la responsabilidad de crear una comisión de investigación dependa de su grupo. "Es el PP quien tiene la decisión. No somos nosotros", ha destacado --en referencia a que la mayoría absoluta de los populares puede facilitar la creación-- y ha reivindicado que los socialistas van a ser "coherentes" con este asunto --su posición habitual en Galicia ha sido la de la abstención--.

Asimismo, se ha mostrado partidario de reabrir la investigación de carácter técnico "para poder conocer (...) cuáles fueron los elementos que produjeron la concatenación de sucesos que dio lugar al accidente", y así reemplazar el informe elaborado por la CIAF (comisión de investigación de accidentes ferroviarios), desacreditado por la Agencia Ferroviaria Europea.

NUEVO INFORME TÉCNICO

El PP, a través del diputado Martín Fernández Prado, ha remarcado que su discurso es el mismo en su turno, al entender que el Parlamento gallego "no es el foro adecuado" para la investigación.

Además, ha lanzado "por tercera vez" la propuesta de realizar una declaración institucional que demande la elaboración de un nuevo informe técnico "incontrovertido" sobre el descarrilamiento --en sustitución del de la CIAF, que se queda en la responsabilidad del maquinista--.

A mayores, Fernández Prado ha llamado a "huir" de usos "demagógicos y partidistas" de la tragedia del Alvia, después de trasladar su "solidaridad" a la representación de los afectados que asistieron al debate en la tribuna de invitados.

TERCER RECHAZO

En la legislatura pasada, la creación de una comisión de investigación sobre Angrois se llegó a debatir dos veces en el pleno del Parlamento, y fue rechazada por el voto en contra del PP y con la abstención del PSOE. Además, se intentó introducir en el orden del día sin éxito en varias ocasiones.

Los grupos entonces de AGE y BNG también trataron de forzarla a través de una proposición no de ley, pero el resultado fue igualmente negativo.