Théo, el joven de raza negra supuestamente sodomizado por un policía con una porra extensible que se ha convertido en un símbolo contra la violencia policial en Francia, salió hoy del hospital de la periferia parisina en el que estuvo ingresado las dos últimas semanas.

Según informó en las redes sociales su grupo de apoyo, Théo, de 22 años, mandó un mensaje de agradecimiento para los que se preocuparon por su estado.

El joven, que reposará en su domicilio por una baja médica de al menos 60 días, sufrió una violenta detención que resultó un desgarro anal durante un control policial el pasado día 2 en la localidad de Aulnay-sous-Bois, en el extrarradio noreste de París.

Théo, que tiene un trabajo parcial como animador social mientras intenta hacer carrera como futbolista, se ha convertido en un símbolo contra la violencia policial y su impunidad que denuncian los habitantes de la desfavorecida periferia parisina.

A pesar de los llamamientos a la calma de Théo, varias manifestaciones en su apoyo han acabado en disturbios entre participantes y policía con centenares de vehículos dañados y contenedores quemados.

Varios centenares de jóvenes han sido detenidos en las últimas semanas en varios puntos de Francia por las protestas que también denuncian el caso de Adama Traoré, un joven negro que murió en julio de 2016 al intentar escapar del control de los agentes.

La agresión a Théo ha derivado en un asunto de Estado en el que el propio presidente de Francia, el socialista François Hollande, se ha implicado al visitar la semana pasada al joven en el hospital de Robert-Ballanger, en Aulnay-sous-Bois.

Hollande dijo que hay que dar tiempo para que la justicia haga su trabajo y recordó que los agentes tienen que respetar sus reglas de intervención, al tiempo que reprobó los daños materiales provocados por los disturbios.

Los cuatro agentes implicados están imputados por uso de la violencia y uno de ellos, además, por violación.

El informe policial acerca del asunto reconoció la detención violenta, pero apuntó que la violación anal con la porra que provocó su hospitalización fue "accidental" y no voluntaria, dentro de una detención "violenta y forzosa".