Desde tiempos muy remotos, en cada rincón del país se han puesto de moda las creencias populares. Del mismo modo, el ser humano, por su carácter y arrastrado con las consecuencias de su constante evolución, ha desarrollado una capacidad inimaginable de curiosidad. Una curiosidad que le ha llevado a querer investigar todo acerca del pasado, y, basado en las mismas creencias populares de otrora, a querer visualizar lo que le depara el futuro.

Es así como se ha ido ambientando todo un engranaje de creencias, algunas ciertas y otras basadas en supersticiones, que han calado hondo en el quehacer diario de todos los españoles. Pero, más allá de su existencia, ¿por qué han tenido tanto auge dentro de la población? Y aún hoy, en tiempos de conexiones inalámbricas y contenidos a la carta, ¿por qué sigue existiendo una predilección ante tales prácticas predictivas?

Previsiones del futuro con el horóscopo

Antes de la llegada del internet al ámbito personal, la mayoría de los diarios dejaba espacio suficiente para mostrar el horóscopo a cada una de las personas, de acuerdo a su fecha de nacimiento o agrupados por signos zodiacales. Esta práctica, que de por sí es más antigua que su aparición en los medios, sigue siendo muy consultada aún en nuestros días, y mostrando el mismo grado de apego en una gran parte de la población.

Los programas televisivos sobre el tema, que ahondan en otras tendencias milenarias, han ayudado a propagar las predicciones a través del horóscopo. Las páginas webs especializadas en el horóscopo también han hecho su parte, pudiendo cada persona suscribirse y recibir diariamente lo que “le depara el futuro cercano”, y más que todo, cómo hacerle frente a estos acontecimientos.

El funcionamiento natural del horóscopo

Todos los días, en algún lugar de España, hay una persona que leyó, revisó, o vio en la televisión su horóscopo y tuvo la infinita certeza de que todo lo que le decía el texto o el anunciador de la tele era cierto. Esa sensación lleva a compartir con amigos, a socializar con los familiares, y a mostrar su total convicción de que el horóscopo tiene un carácter predictivo insoslayable, y sobre todo, muy certero en su accionar.

El funcionamiento de un horóscopo es de manera probabilística. Considerando que hay 12 signos zodiacales y que en España habitan 46 millones de personas, se pudiera estimar que por cada signo zodiacal hay 3 millones ochocientas mil personas. Una cantidad muy grande como para que, al menos a una persona, el horóscopo le caiga como anillo al dedo.

Así, si el horóscopo se inventara cada día, sin hacer uso de ningún tipo de astronomía o estudios de cartas, sería capaz de acertar del mismo modo que lo sigue haciendo hasta hoy. No obstante, pocas personas saben de este carácter probabilístico del horóscopo basado en los signos del zodiaco, y dejan su autoestima en manos de lo que el futuro les proponga cada mañana.

La fusión con prácticas milenarias exitosas

El otro gran motivo por el que el horóscopo ha tenido un éxito sostenido es porque se ha fusionado, de forma magistral, con otras prácticas que sí tienen una enseñanza profunda.

Entre estas prácticas figuran el yoga y el feng shui, que han comenzado a formar parte del horóscopo como si se trataran de una sola cuestión. Todas, con un fondo espiritual nada desdeñable, pero que han sabido respaldarse entre sí para continuar alimentando el acervo cultural de gran parte del gentilicio español.

De que tenga o no sentido, dependerá de la interpretación del horóscopo por parte de cada cual.

La “sensación térmica” de ganar la lotería

Todos, alguna vez y en menor o mayor grado, han comprado un billete de lotería. Algunos lo hacen de forma aleatoria, por si el destino se les cruza, y otros porque realizan estudios terriblemente complicados para lograr dar con la numeración correcta para cada día. Sobre estos últimos, existe toda una leyenda de si sirve o si no funciona nada de lo que realizan.

Probabilidad o sistemas sin memoria

De todos los juicios populares acerca de las predicciones, en la lotería quizás se tiene mayor confianza. ¿Por qué? Porque todo queda sujeto a números, al menos en teoría, lo que ha hecho proliferar gran cantidad de servicios que afirman tener el número que saldrá a la mañana siguiente.

Lo cierto es que la probabilidad en la lotería no es tan fácil de calcular. En la lotería, al igual que en la ruleta, no existe una varianza que se base en el histórico, sino que en cada tirada van comenzado desde cero. Es lo que se conoce como sistemas sin memoria. Por eso, predecir es imposible, y sólo cabría aceptar el término “intuir”.

El no conocimiento de todas las variables

Para que un sorteo de lotería se lleve a cabo, confluyen miles de millones de variables que harán depender que salga o no una determinada cifra. Nadie en su sano juicio tiene la capacidad de calcular todas las variables, de forma que no es posible acertar con herramientas rudimentarias de cálculo.

No obstante, ha sido una de las prácticas más extendidas dentro de los juegos de azar.

Visualizar el futuro con el tarot

Tan antigua como la vida misma, la predicción del futuro ha sido una preocupación creciente de todas las sociedades. Producto de esto, existen en la mayoría de nuestras ciudades personas que son capaces de brindar información acerca de este futuro. Son las tarotistas recomendadas, es decir, personas, en general mujeres, que estudian y trabajan en la videncia o el tarot, para intentar ofrecer a las personas que se consultan con ellas la información que necesitan conocer sobre el porvenir. Más allá de eso, el fin del tarot pudiera estar asociado a la toma de decisiones de acuerdo al futuro.

Durante mucho tiempo el tarot ha sido considerado como la verdad absoluta. Otros, sin embargo, desestiman tajantemente sus posibles ayudas. ¿Cuál es la forma correcta de interpretar su funcionamiento?

Lo que son las cartas en realidad

Sobre todo, para las personas más creyentes y defensoras de las prácticas tarotistas, las cartas son una enseñanza irrestricta, la verdad escrita en piedra. Para los que critican su accionar, las cartas no son más que papeles impresos en masa con dibujos históricos y coloridos. Aunque ambas consideraciones representan los más puros extremos de la creencia popular acerca de esta práctica predictiva, ninguna de las dos partes deja de tener razón.

Las cartas del tarot, al igual que una pala de construcción o un balón de fútbol, son herramientas para realizar un trabajo. Las cartas por sí solas no pueden hacer nada, ni predecir ni tampoco brindar ninguna información u opinar. Así como las palas de construcción no hacen un trabajo sin un albañil que las haga funcionar, ni un balón de fútbol hace goles si un jugador no le patea.

Entonces, las cartas no son más que herramientas para esta práctica. Lo que deja en evidencia que la verdad irrestricta no existe en el tarot, sino que, en base a la experiencia y confiabilidad de la vidente, se pueden hacer estimaciones o juicios anticipados sobre lo que debería ocurrir, de acuerdo al orden de aparición de las cartas.

La manera correcta de tomarse los consejos del tarot

Los consejos del tarot deben tomarse únicamente como una sugerencia acerca de lo que debería ser el futuro. Un futuro que dependerá íntegramente de las acciones que cada persona realice en el presente, y que no están sujetas del todo a arcas de un destino escrito con anticipación.

La mayoría de las consultas del tarot las realizan personas que tienen un problema y no encuentran la solución. Porque es allí donde esta práctica demuestra ser tremendamente útil, ya que conversando las posibles situaciones con la vidente se pueden mostrar las consecuencias de cada cual.

¿La verdad absoluta? No existe en ningún método predictivo.