La instalación de la avenida Benito Pérez Armas parece "niquelada" al menos en su aspecto estético. Más de medio siglo de actividad (53 años para ser exactos, desde 1964) la habían dejado "tocada" y necesitaba una "puesta a punto". Así amaneció ayer, "con la cara lavada y recién pintada", la remodelada piscina municipal Acidalio Lorenzo. La mañana fría coincidió con la exposición del resultado de ocho meses de trabajos (comenzaron en mayo) y 1.323.654,87 euros de inversión. Todo está a punto para la reapertura oficial, que será mañana con un torneo de natación. Los cientos de usuarios que la disfrutan a diario de forma libre tendrán que esperar aún al próximo lunes.

El recorrido por la instalación lo encabezó el alcalde, José Manuel Bermúdez, al que acompañaron varios concejales. Entre ellos el de Infraestructuras, José Alberto Díaz-Estébanez, quien valoró un recinto "señero" que "con esta inversión, íntegramente de fondos municipales, está entre los punteros del Estado y es el mejor de Canarias, sin duda".

Las explicaciones al detalle las dio el técnico responsable de la obra Pedro González, quien incidió en dos mejoras: las fugas y la temperatura del agua. En este último caso resulta clave el nuevo sistema de grandes mantas térmicas que cubren el vaso e impiden que se pierda calor por la noche.

Bermúdez destacó que "llegaremos a más usuarios con un nuevo vaso y un mejor aspecto. Ha merecido la pena porque nos ha permitido recuperar un símbolo de la natación en Canarias". El alcalde agradeció "la disposición y sacrificio de clubes y usuarios, y la colaboración de instituciones y entidades que han cedido sus instalaciones durante este tiempo".

Verónica Meseguer, concejala de Deportes, consideró como principal mejora "la renovación del vaso, que se traducirá en un importante ahorro de energía y también económico". La edil de Salud-La Salle, Yolanda Moliné, puso énfasis en "el uso ciudadano de la instalación, en pleno corazón del distrito".

Además de la natación para bebés y menores la piscina es sede de los tradicionales cursillos de verano, en los que miles de chicharreros han aprendido a nadar.

Algunos datos

El vaso de 50 metros pasa a contar con 25 de ancho. Podrá ser dividido en diez calles de 2,5 cada una, pero también permitirá que la pileta se use de forma transversal, convirtiéndose en una piscina de 25 metros de ancho con 20 calles. Entre productos químicos, energía y agua se producirá un ahorro de unos 100.000 euros anuales. La obra incluye la mejora de la iluminación, nueva pavimentación y la instalación de una barandilla. Además se ha suprimido la plataforma adyacente de 1,20 de profundidad y en su lugar se ha ejecutado un tercer vaso de 25 por 4,5, con 1,2 de profundidad y dos calles. Todo el proceso contempla la normativa vigente en accesibilidad y supresión de barreras.