La escasa diversidad genética descubierta en las marmotas que habitan los Pirineos, reintroducidas entre 1948 y 1988 de dos grupos procedentes de los Alpes, podría amenazar su supervivencia al perjudicar su adaptación a las nuevas condiciones que genera el cambio climático.

Investigadores del Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales (CREAF-UAB) y del Laboratoire de Biométrie de Biologie Evolutive (LBBE) de Lyon (Francia) han analizado el ADN de las marmotas de los Pirineos a través de los pelos de estos animales.

Las condiciones generadas por el cambio climático amenazan su supervivencia

La marmota alpina se extinguió de los Pirineos hace más de 15.000 años, pero entre 1948 y 1988 se reintrodujeron en varias zonas del Pirineo francés unos 400 ejemplares de marmota procedentes de los Alpes franceses, aunque no se sabe con exactitud ni cuántos ni de dónde se cogieron, según Mariona Ferrandiz Rovira, investigadora posdoctoral del CREAF.

Según Ferrandiz, "a pesar de la falta de planificación y de seguimiento, la reintroducción de la marmota alpina en el Pirineo ha sido un éxito" porque rápidamente se estableció y colonizó casi toda la cara sur de esta cadena montañosa.

Sin embargo, las poblaciones reintroducidas en Andorra y en las comarcas catalanas de la Cerdanya y el Ripollès tienen muy poca diversidad genética, "un aspecto crucial para adaptarse al nuevo ambiente".

"Sólo el tiempo dirá si este aspecto las perjudica al adaptarse a las nuevas condiciones que genera el cambio climático", advierte la investigadora.

Ferrandiz recuerda que más de un tercio de las reintroducciones fracasan debido a la falta de estudios previos, a un inadecuado seguimiento posterior o bien a una baja diversidad genética.