El ecologista Alexander Van der Bellen ganó las elecciones presidenciales de Austria contra el ultranacionalista Norbert Hofer con un 53,79 % de los votos, según el resultado final que incluye los votos por correo.

Los datos definitivos del Ministerio del Interior, adelantados por la agencia de noticias APA, revelan que Hofer consiguió el 46,21 % de los votos.

Así las cosas, unos 348.000 votos separan a los dos candidatos, frente a la diferencia mínima de 31.000 votos que se registró en las elecciones de mayo que fueron invalidadas por irregularidades formales en el recuento.

Van der Bellen recibió en total 2,472 millones de votos, frente a los 2.220 millones de Hofer, con una participación del 74,21 %, más de un punto y medio porcentual por encima de mayo.

Con respecto a esas elecciones anuladas, Van der Bellen mejoró su resultado en 3,44 puntos porcentuales, al pasar del 50,35 al 53,79 %, mientras que Hofer bajó en la misma medida, del 49,65 al 46,21 %.

Austria vivió este año un proceso electoral presidencial sin precedentes debido a lo antagónico de los dos candidatos pero también por el ajustado resultado en la primera votación y la exitosa impugnación de los resultados por Hofer y su partido, el derechista FPÖ.

El Tribunal Constitucional ordenó una repetición electoral al confirmar una serie de irregularidades formales a la hora de contar los votos por correo, que sin embargo no tuvieron ninguna influencia sobre los resultados.

Van der Bellen, durante años líder del partido ecologista "Los Verdes", se presentó en estos comicios como candidato independiente, progresista y pro-europeo, a diferencia de su rival Hofer, que representaba al FPÖ con su visión nacionalista y euroecéptica.

Muchos gobiernos europeos y la Comisión Europea recibieron con alivio y satisfacción la victoria de Van der Bellen, quien ha anunciado una declaración ante la prensa para la tarde de hoy.

El cargo presidencial que el ecologista asumirá oficialmente el próximo 26 de enero -siempre y cuando no se produzca otra impugnación- tiene un carácter más protocolario y representativo.

Sin embargo, el presidente federal de Austria tiene algunos poderes importantes como el de disolver el Parlamento o encargar la formación de un nuevo gobierno a cualquier partido, sin necesidad de que sea el más votado en unas elecciones.