Al menos diez personas, entre ellas cinco soldados y dos oficiales del Ejército indio, murieron ayer en un ataque contra un campamento militar en la norteña región de Cachemira.

Un grupo de insurgentes ataviados con uniformes policiales atacaron a los guardias de seguridad con granadas y armas de fuego sobre las 5.30 hora local (0.00 GMT), lo que causó la muerte de tres militares y un oficial en operaciones de contraataque, indicó el Comando Norte del Ejército en un comunicado.

Tras los primeros enfrentamientos, lo atacantes entraron a dos edificios del recinto, situado en la localidad de Nagrota, y tomaron como rehenes a doce soldados, dos mujeres y dos niños.

El Comando Norte detalló que todos fueron liberados "muy rápidamente" con una operación de rescate, durante la que perecieron, no obstante, otros dos militares y un oficial.

"Se han recuperado los cadáveres de tres terroristas y están en marcha operaciones para sanear el área al completo", agregó la división del Ejército.

El ataque se produce en medio de una escalada de tensión entre la India y Pakistán, desatada después de que el pasado mes de septiembre cuatro insurgentes supuestamente paquistaníes atacaran un batallón de infantería en la base de Uri, también en Cachemira y donde causaron 19 muertos. La India responsabilizó a Pakistán.