CC.OO. y UGT, a través de sus secretarios de Política y de Acción Sindical, Ramón Górriz y Gonzalo Pino, respectivamente, han enviado una carta a la ministra de Empleo, Fátima Báñez, en la que instan al Gobierno a elevar progresivamente el salario mínimo interprofesional (SMI): desde los 655 euros actuales a 800 euros mensuales en 2017 para alcanzar en 2020 cerca de 1.000 euros, lo que equivaldría al 60% del salario medio, tal y como establece la Carta Social Europea.

Esta última cuantía, señalan, permitiría recuperar el poder adquisitivo perdido por el salario mínimo en los últimos años y lo aproximaría a los existentes en la UE-15.

En su carta a la ministra, los responsables sindicales destacan la necesidad de preservar la protección de los desempleados, así como de mejorar el poder adquisitivo de los trabajadores que reciben bajos salarios y cuyas condiciones de vida "se han ido deteriorando desde la crisis y a pesar de la llegada de la recuperación económica".

Según denuncian, las "erróneas" políticas económicas aplicadas desde 2010 han provocado que en los últimos siete años los hogares españoles hayan perdido de media un 13% de su renta, que un 35% de los asalariados (casi 5,9 millones de personas) reciba una remuneración inferior al SMI y que un 28,6% de la población española esté en riesgo de pobreza o exclusión social, casi cinco puntos más que en 2008.

CC.OO. y UGT argumentan que el SMI, que afecta a los trabajadores que perciben los salarios más bajos, ha sufrido una pérdida de poder adquisitivo de 2,7 puntos en los últimos cinco años, pues sus subidas nominales en este periodo fueron "irrisorias", sólo menos de 14 euros, un 2,1%.

"Para que la recuperación económica se consolide, es necesario que se incrementen los salarios", subrayan los sindicatos, que defienden que este mismo argumento ha sido utilizado por el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, para impulsar la recuperación en Europa.