Miembros del Cuerpo Nacional de Policía intervinieron 42 kilogramos de cocaína ocultos en un contenedor de arroz procedente de Brasil, que llegó en un barco hasta el Muelle de la Luz, en el Puerto de Las Palmas.

Según la información ofrecida por la Jefatura Superior de Policía de Canarias, su localización fue posible gracias a la información obtenida por los investigadores de Policía Judicial de otras instituciones policiales a nivel internacional.

Por su parte, los narcotraficantes implicados en esta operación utilizaron el método conocido como "gancho ciego" para introducir el estupefaciente.

Dicho "modus operandi" consiste en fracturar el precinto del contenedor en el puerto de origen, ocultar la droga entre la mercancía legal y sustituir el lacre por uno nuevo.

La investigación comenzó fruto de las labores de prevención y averiguación de delitos relacionados con el tráfico de drogas que lleva a cabo la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (Udyco) de la Brigada Provincial de Policía Judicial de Las Palmas, y del intercambio de información con policías de otros países.

En este sentido, los agentes obtuvieron datos sobre la llegada, procedente del Puerto de Navegantes en Brasil, de un alijo de cocaína transportado por el método del "gancho ciego".

Este sistema consiste en ocultar la droga en un contenedor que transporta carga legal, habitualmente sin que el propietario del mismo tenga conocimiento de ello.

Así, una vez que la carga ha pasado los controles oportunos y ya se encuentra en el barco, se procede a la ocultación del estupefaciente en su interior, previa apertura de los precintos, que serán sustituidos por otros muy similares a los originales para que, a su llegada al destino final, nadie sospeche de su manipulación para el transporte del estupefaciente.

Por su parte, cuando los agentes conocieron el transporte de la droga, se desplazaron al Muelle de la Luz, en Las Palmas, donde localizaron un contendedor con los precintos manipulados.

En esta ocasión, los narcotraficantes habían utilizado para ocultar el estupefaciente un cargamento legal de paquetes de arroz.

Entre ellos, se escondían más de cuarenta envases en forma de ladrillo de aproximadamente un kilo de cocaína cada uno, según los datos ofrecidos por la Jefatura Superior de Policía en un comunicado.