El barrio de El Palmar, en Buenavista del Norte, revivió ayer sus tradiciones agrícolas ligadas al cultivo de cereales en el popular Día de la Trilla, que pone punto final a las fiestas en honor de Nuestra Señora de La Encarnación.

La Comisión de Fiestas y la Asociación de Vecinos de El Palmar se encargaron, con el apoyo del ayuntamiento, de organizar esta jornada que sirve, desde hace más de dos décadas, para rememorar y conservar tradiciones del campo como la elaboración de la carbonera para obtener, como antaño, el carbón vegetal, o la propia trilla, en la que trabajan juntos hombres y animales.

En la era, los caballos aplastan el trigo al galope antes de que las yuntas arrastren los trillos (donde se suben algunos niños) para culminar el proceso de separación del grano de la paja.

La alcaldesa de Buenavista, Eva García, destaca que "las medianías del municipio cuentan con tradiciones que hay que conservar, que forman parte de nuestro legado y que debemos transmitir a las nuevas generaciones".