La electricidad y los viajes situaron el índice de precios de consumo (IPC) en abril en una tasa negativa, 1,1 %, que no se registraba desde febrero del pasado año, con lo que acumula ya ocho caídas en los últimos nueve meses, según el Instituto Nacional de Estadística (INE).

Desde agosto de 2015, el IPC ha estado siempre en negativo, salvo en diciembre, que terminó con una tasa del 0,0 %.

A pesar de ello, el secretario de Estado de Economía en funciones, Íñigo Fernández de Mesa, ha afirmado que la caída del IPC es "sana" para el crecimiento económico y ha augurado que terminará el año "ligeramente en positivo" ya que el PIB crece fuerte.

Asimismo, ha incidido en que la "moderación" de precios redunda en la buena marcha de la economía e incrementa la capacidad adquisitiva de los hogares y la competitividad frente al exterior.

En abril, el grupo de ocio y cultura, disminuyó su tasa más de dos puntos y medio hasta el 2,6 % negativo, ya que en abril los precios del viaje organizado bajaron tras la Semana Santa.

La vivienda tuvo una variación negativa del 7,1 %, ocho décimas inferior a la de marzo, consecuencia de la disminución de los precios de la electricidad.

Frente a estos descensos, el grupo de alimentos y bebidas no alcohólicas subió su tasa tres décimas hasta el 2 %, y el de transporte aumentó dos décimas, con una tasa del 5,1 % negativo.

Asimismo, la tasa de variación mensual del IPC fue del 0,7 % (frente al 0,6 % de marzo), consecuencia del alza de los precios en el grupo de vestido y calzado, y en el de transporte, por la subida de los carburantes.

Los grupos con mayor repercusión positiva fueron los de vestido y calzado (tasa del 10,6 %), transporte (0,8 %), comunicaciones (0,7 %), alimentos y bebidas no alcohólicas (0,2 %) y hoteles, cafés y restaurantes (0,2 %).

La tasa de variación anual de la inflación subyacente (índice general sin alimentos no elaborados ni productos energéticos) disminuyó cuatro décimas hasta el 0,7 %.

La tasa anual del IPC disminuyó más en todas las comunidades, especialmente en Aragón, donde bajó cuatro décimas más y se situó en el 1,2 % negativo.

CCOO ha pedido una mejora del empleo y la recuperación del poder adquisitivo de los salarios, "tras la fuerte devaluación interna sufrida por los empleados públicos y privados".

En la misma línea, UGT y USO han abogado por un aumento del poder adquisitivo de los trabajadores y pensionistas para incentivar la demanda interna, así como un plan para crear empleo de calidad.

Frente a la visión sindical, la CEOE defiende que se continúe con la moderación salarial para seguir aumentando la competitividad y favorecer la creación de empleo

La CEOE asegura que, para el conjunto de 2016, la evolución de la inflación seguirá muy condicionada por el precio del petróleo, que de mantenerse en los niveles actuales podría prolongar el periodo del IPC en tasas negativas, al menos, durante la primera mitad del año, recuperando valores positivos en la segunda parte del año.

Para los autónomos de UPTA, la solución ante un IPC negativo pasa por recuperar la demanda interna, para lo que es "imprescindible" impulsar el acceso al crédito de las empresas.

Por su parte, Funcas ha rebajado sus previsiones del IPC debido a la estabilización del precio del petróleo y ha calculado una media anual negativa del 0,3 % para 2016, con una tasa interanual en diciembre del 0,6 %.