Agentes de la Policía Nacional y de la Guardia Civil han detenido a dos hombres, de 56 y 71 años de edad, como presuntos autores de tres robos cometidos con violencia e intimidación en entidades bancarias de Cuenca, Toledo y Móstoles (Madrid).

Según ha informado la Policía, a uno de los arrestados también se le imputa un delito de tenencia ilícita de armas. Durante la investigación se han practicado varios registros en los que se han intervenido dos armas cortas de fuego que utilizaron para intimidar a los empleados de las sucursales. Asimismo, se ha intervenido munición, un chaleco antibalas, una pistola táser, ropa y elementos utilizados para cometer los atracos, un equipo para abrir cajas fuertes, así como elementos de seguridad.

La operación se inició a raíz de dos atracos cometidos en entidades bancarias, de las localidades de Cuenca y Toledo, en los meses de enero y agosto del año 2013. Durante el atraco cometido en la sucursal bancaria de la capital manchega los atracadores terminaron encerrando a dos empleados y a dos clientes en una habitación. Posteriormente, en el mes de abril del año 2014, se produjo otro atraco en una sucursal de la localidad madrileña de Móstoles. En este caso fue cometido solo por un hombre armado con dos pistolas, que retuvo a los empleados hasta obtener el botín.

Aunque los sucesos tuvieron lugar en diferentes provincias y muy espaciados en el tiempo, los contactos entre los dos cuerpos policiales permitieron esta operación en dos fases.

La primera fase se desarrolló en el mes de febrero del pasado año tras la identificación y localización de uno de los presuntos autores en la localidad de Leganés (Madrid), donde se procedió a su detención. En los dos registros domiciliarios practicados entonces por los agentes, se hallaron las dos armas cortas de fuego que habían sido utilizadas durante la comisión de los atracos.

Fruto de esta detención, los investigadores localizaron en Madrid a una persona con un amplio historial delictivo por la comisión de robos violentos llevados a cabo desde los años 60, y por los que había pasado casi 30 en prisión. Este individuo alternaba su residencia en otros domicilios de la provincia de Ávila y Alicante, donde llevaba una vida rutinaria, sin llamar la atención, pero adoptando importantes medidas de seguridad.

Esta persona había estudiado las medidas de seguridad de distintas entidades bancarias de las localidades de Aranjuez (Madrid) y Moltalbo (Cuenca), además de posibles medios de acceso y de huída. Ante la posibilidad de que cometiera un nuevo atraco de forma inminente, los investigadores llevaron a cabo la segunda fase de la operación en la localidad alicantina de Jávea, donde se detuvo al investigado en las inmediaciones de su domicilio, cuando iba a subir a su vehículo.

La operación ha sido desarrollada por agentes del Grupo I de la UDEV de la Brigada Provincial de Policía Judicial de la Policía Nacional de Toledo y de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Guardia Civil.

Asimismo, ha contado con el apoyo del Grupo XII de la UDEV de la Brigada Provincial de la Policía Judicial de la Policía Nacional de Madrid, el Grupo Especial de Operaciones de la Policía Nacional (GEO), el Servicio Cinológico Central de la Guardia Civil, las secciones de guías caninos de la Brigada Provincial de Seguridad Ciudadana y de la Comisaría General de Policía Judicial, y la Comandancia de la Guardia Civil de Madrid.