El paro registrado en el mes de febrero subió en 2.231 personas, con lo que se rompe la tendencia a la baja anotada en los dos últimos años, mientras que la afiliación a la Seguridad Social se incrementó ligeramente, el 0,37 %, lo que se tradujo en 63.355 ocupados más.

El aumento del paro en febrero, que situó la cifra total de desempleados registrados en los servicios públicos de empleo en 4.152.986 personas, choca con las caídas anotadas en febrero de 2015, cuando hubo 13.558 parados menos, y en el mismo mes de 2014, fecha en la que el paro se redujo en 1.949 personas.

Mientras, la afiliación a la Seguridad Social aumentó en febrero en 63.355 cotizantes, menos que en el mismo mes de 2015, cuando se ganaron 96.909 cotizantes, lo que el Ministerio de Empleo achaca a la caída de afiliados en la agricultura, tras el fin de la campaña de la aceituna.

La mayoría de los 63.355 afiliados medios de febrero se inscribieron en el régimen general y dentro de éste, la afiliación creció prácticamente en todos los sectores, sobre todo, en hostelería, construcción, educación e industria manufacturera.

Para valorar los datos de paro y afiliación a la Seguridad Social, los secretarios de Estado de Empleo y Seguridad Social, Juan Pablo Riesgo y Tomás Burgos, respectivamente, comparecieron en rueda de prensa y coincidieron en señalar que la incertidumbre política está frenando la contratación.

En concreto, Burgos pidió estar "muy atentos" en los próximos meses a la tendencia de la afiliación en el sector servicios y la construcción ya que, en su opinión, se trata de sectores que "podrían verse afectados en un futuro por escenarios de incertidumbre".

En el mismo sentido, Riesgo avisó de que la construcción está comenzando a comportarse de manera "más anómala" a como lo hizo en los años 2013, 2014 y 2015.

También advirtió de que se están ralentizando decisiones de contratación y acelerando decisiones de modificación y extinción de contratos "ante la amenaza" de un cambio en el marco de las relaciones laborales.

Por su parte, los sindicatos CCOO y UGT consideran que los datos de febrero confirman el deterioro del empleo de calidad ya que crece el trabajo temporal y a tiempo parcial.

En concreto, en febrero se firmaron 1.377.480 contratos, y de esa cantidad el 10 % fue de carácter indefinido, con un repunte de más del 16 % respecto a febrero de 2015.

No obstante, en febrero se realizaron más de 1,2 millones de contratos de carácter temporal, y los temporales con jornada a tiempo parcial supusieron casi el 31 %.

Para CCOO, el aumento de la afiliación a la Seguridad Social en los últimos doce meses se localiza básicamente en sectores de bajo valor añadido como el comercio, la hostelería y los servicios auxiliares que, en su opinión, "generan empleos inestables y bajos salarios".

Mientras, UGT también incide en el descenso continuado de la tasa de cobertura (del 70,6 % en 2011 al 55,74 % en 2016) y la extensión del paro de larga duración que, junto a los procesos de emigración, podría ser parte del "adelgazamiento" de las cifras de desempleo.

En el mismo sentido se manifiesta USO, que entiende que los datos de febrero suponen una precarización del mercado de trabajo y el avance de un modelo sustentado en "los contratos basura, la bonificación de la precariedad y la tendencia a crear empleo de baja calidad".

El CSI-F sostiene que el alza del paro evidencia la debilidad de las políticas de empleo en la actual coyuntura económica.

Para el presidente de la CEOE, Juan Rosell, el aumento del paro en febrero es negativo pero ha instado a analizar la tendencia de los últimos seis meses que, en su opinión, es buena.