"Lo primero a matizar es que se trata de un centro y no de un piso. Es algo muy diferente". Lo apuntan fuentes de la concejalía de Asuntos Sociales y del IMAS respecto al Centro de Mínima Exigencia (CME) que se pretende abrir en breve en el barrio de Buenos Aires para alojar a veinte personas sin hogar. Insisten en que "el modelo está avalado por expertos, tanto en el plano técnico como de eficiencia, y ya está implantado con éxito en muchas capitales de provincia españolas".

El Ayuntamiento de Santa Cruz cree "prioritario" ubicar un centro de acogimiento nocturno que garantice un lugar digno para dormir cada noche a quienes se quedan sin plaza en el Albergue.

Recuerdan desde las instancias municipales que la adjudicataria del servicio, la empresa Grupo 5, "cuenta con una amplia experiencia en otras ciudades y ya tiene centros de este tipo en ciudades como Madrid, Sevilla, Cádiz u Orense".

La concejalía "valora y agradece" el consenso con los grupos políticos de la Corporación alcanzado en la última Comisión de Control (el pasado jueves ) porque "esta instalación debe contar con el máximo apoyo posible".

En este sentido alegan que "Santa Cruz de Tenerife cuenta con una amplia red de atención a personas con escasos recursos, gestionados directamente o a través de ONG y otras entidades del tercer sector. Algunos (por ejemplo Café y Calor de Cáritas) son similares a este Centro de Acogimiento Nocturno y la convivencia con los vecinos del barrio es totalmente normal. Llevan años allí y nunca ha habido problemas".

En esa Comisión de Control apenas se escuchó la voz de Ciudadanos, pero su concejal Enrique Rosales sí reclamó ayer en un comunicado que "el mayor consenso con el resto de formaciones políticas, agentes sociales y vecinos", para así garantizar "el éxito del proyecto en el barrio de Buenos Aires".

Además, reclamó "un acuerdo político unánime para garantizar las necesidades básicas de los ciudadanos" y se declaró "a favor de cualquier iniciativa que favorezca la inserción", pero "con toda la sensibilidad y el respeto posibles para evitar estigmatizar a una parte de la sociedad".

Vecinos de los barrios de Azorín y Buenos Aires, por su parte, preparan una plataforma común para defender los que entienden "intereses dañados" en cuanto a la ubicación de recursos sociales en sus límites. En el caso del primer núcleo, el Centro Municipal de Acogida, y en el del segundo, el CME. Así, la sede de Azorín acogerá el próximo miércoles, a partir de las 20:00 horas, una reunión entre representantes de ambos colectivos y los que quieran acudir para impulsar esa plataforma. Creen que "el problema es común y la solución también".

Para ese mismo miércoles está prevista la convocatoria a unos comerciantes del entorno que también se han manifestado en contra del recurso alojativo.

El estudio de la UPV

Un ejemplo para apoyar este tipo de recursos es el estudio de la Universidad del País Vasco (UPV), realizado en 2009, a instancias de la Diputación de Vizcaya, sobre "la radiografía de necesidades de las personas sin hogar". Un equipo de sociólogos charló con 200 "sin techo", así como con las asociaciones dedicadas a su atención. A juicio de esos expertos, "el principal motivo de rechazo hacia los albergues es su modelo de gestión, demasiado estricto o demasiado flexible. Quienes tienen mayores problemas personales necesitan normas, mientras que el resto descarta esa disciplina y termina volviendo a la calle". Por ello, plantean en sus conclusiones "crear un nuevo modelo residencial con un nivel muy bajo de exigencia, que atienda a quienes no quieren normas. Los CME. Un tercer espacio entre la calle y los servicios ordinarios". La oposición popular a estos equipamientos fue otro punto de análisis. Propusieron "que el vecindario reciba alguna gratificación a cambio como más zonas verdes o nuevas infraestructuras".