Un ejemplar de EL DÍA circulaba la mañana de ayer de mano en mano para matizar, confirmar o desmentir lo publicado respecto a la ubicación de un Centro de Mínima Exigencia (CME) como recurso alojativo para veinte personas sin hogar en el barrio capitalino de Buenos Aires. Rechazo general a ese piso-albergue en esta zona del distrito Ofra-Costa Sur.

Pudieron escucharse frases como "ahora tiran de nosotros cuando nos han tenido siempre olvidados, abandonados y marginados"; "ya tenemos el Albergue al lado" o "los derechos de unos coartan mi libertad". El pequeño grupo inicial terminó por superar la treintena de miembros, incluidos varios comerciantes.

Isidro Alonso, presidente de la AV San Pedro, desmintió que en la reunión del pasado lunes "apoyáramos, como han dicho, que se ubique aquí este recurso. Nunca nos pronunciamos así los 25 vecinos que nos reunimos con los técnicos. Era una primera toma de contacto y en concreto conmigo".

Los que ocuparon durante una media hora el entorno del inmueble elegido en la calle Puerto Rico lo describen como "enorme y nuevo. Tiene tres plantas y albergó un almacén de maquinaria".

El uso industrial domina el polígono con un núcleo de viviendas habitadas por quienes "llevamos aquí varias generaciones aunque ha llegado gente nueva de alquiler". Personas mayores, pero también mujeres jóvenes y otros de mediana edad. Una heterogénea amalgama de gente "dispuesta movilizarnos". Incluso "a cortar la autopista" llegó a decir una señora. De momento, adelantan, "vamos a iniciar una recogida de firmas de apoyo". Son las voces de Felipe, Ana María, Isabel, Mary Luz, Carmen, Juan José, Carmen María, Pilar... Una lista larga pese a que, apuntan, "muchos están trabajando".

Hay dos razones fundamentales para el rechazo: "El abandono secular porque no tenemos nada" y la cercanía del albergue, junto a episodios puntuales de okupación de indigentes y un par de incendios cerca de la que fuera una conocida discoteca.

"Habrá problemas y perderemos nuestra tranquilidad" sentencian. Y añaden: "Dicen que solo estarán de noche, pero qué harán el resto del día. Quién los retiene o les impide estar aquí. Deberían adquirir un compromiso paralelo de rehabilitación e integración"

Otra mujer apunta: "No hay luz en los túneles y tenemos miedo de pasar con nuestros hijos. La Refinería, la Depuradora, el Albergue, las chabolas del Pancho Camurria y ahora esto. Solidarios, sí, pero ¿han ido a otros lados, les han dicho que no y ahora lo ponen aquí?".

Debate espontáneo e indignación pero también resignación porque, aseguran, "lo van a poner aquí. Hagamos lo que hagamos, es un hecho consumado". Una frase lo resume todo: "Un día quitan el barrio y con nosotros dentro".

Isidro Alonso

presidente de la Asociación de vecinos San Pedro

"Personas conocidas"

El concejal de Asuntos Sociales, Óscar García, ha insistido los últimos días en dos conceptos: responsabilidad y solidaridad. Valora que "son personas conocidas. Abrirá de ocho de la noche a ocho de la mañana y luego se irán a desayunar al Albergue. Con un educador y un vigilante de perfil social más el seguimiento de los trabajadores sociales que conocen a cada uno y su situación. Han caído en la exclusión severa y piden un lugar donde dormir y no tener que hacerlo a la intemperie". García defiende que el CME es un recurso "necesario" para la ciudad, y apeló a la "generosidad y a la grandeza del pueblo de Santa Cruz para con estas personas, seleccionadas por trabajadoras sociales del IMAS, con la posibilidad de realizar las actividades de día programadas en el albergue".

En la Comisión de Control de ayer, donde compareció a petición del grupo socialista, García defendió un trabajo que arrancó a finales de 2015 a tgravés de un primer contacto con la asociación de vecinos y se ha intensificado las últimas semanas desde que el inmueble cuenta con el visto bueno de la Gerencia de Urbanismo. "Nos reuniremos con ellos todas las veces que sea necesario", enfatizó. Avanzó que se les va a enviar una carta para convocarlos a una reunión, del mismo modo que se hará con los comerciantes para darles "todos los datos necesarios". Encontró el apoyo de la oposición (PSOE, Sí se Puede, Ciudadanos e IU), si bien todos exigieron que las cosas se hagan con el máximo consenso y participación. Con todo, Asun Frías (SSPP) advirtió de las quejas ciudadanas y pidió "una atención especial" para un barrio que ya acoge otros servicios municipales.