El fundador de Afinsa, Albertino de Figueiredo Nascimiento, se ha acogido hoy a su derecho a no declarar por el fraude filatélico que afectó a casi 200.000 ahorradores, al considerar que "no está en condiciones" de contestar a las preguntas de la Fiscalía.

Figueiredo, el portugués que creó de la nada el negocio filatélico de la entidad, ha optado por no declarar debido a su avanzada edad, -está a punto de cumplir los 86 años-, pese a que se enfrenta a penas de prisión de hasta 15 años por estafa, insolvencia punible y falseamiento de cuentas.

Sin embargo, su hijo y miembro del consejo de administración de Afinsa durante 9 años, Carlos de Figueiredo Escribá, ha sido quién ha defendido que el negocio de Afinsa, la compraventa de sellos, era "completamente legal", a preguntas del fiscal Alejandro Luzón.

En cualquier caso, ha admitido que tras haber sido advertido de irregularidades en algunos lotes filatélicos, en 2002 pidió un informe al experto filatélico Hermenegildo Trillo, quien concluyó que algunos de los sellos eran "falsos o reimpresiones".

Tras este informe, Carlos de Figueiredo ha explicado que pidió la retirada de todos los sellos que pudiesen estar manipulados o tener deficiencias, aunque ha matizado que el hecho de "que hubiese un sello falso no quiere decir que todo el lote lo fuese".

La Fiscalía pide para él una pena de 16 años de prisión por delitos de estafa, insolvencia punible y falseamiento de cuentas anuales.

El juicio por la estafa filatélica, con la que se creó un agujero cercano a los 2.000 millones que afectó a casi 200.000 ahorradores, continuará el próximo 3 de diciembre con las declaraciones del resto de los 14 imputados de la antigua cúpula de la entidad.