La canciller alemana, Angela Merkel, rechazó hoy establecer un límite concreto al número de refugiados que reciba Alemania, aunque señaló que se procurará reducir el flujo con diversas medidas.

El congreso de la Uniön Cristianosocial (CSU), ala bávara de la Unión Cristianodemócrata (CDU) de Merkel, había aprobado poco antes una resolución en la que se pedía un límite concreto para los refugiados.

Merkel, en ese congreso, se negó a prometer un límite concreto, pero se mostró confiada en el que el flujo se reducirá con las medidas que viene tomando el Gobierno, que incluyen una aceleración de los procedimientos de reconocimiento de asilo.

Eso supone también la expulsión del país de aquellos que no tenga un motivo válido para pedir asilo, con lo que se aumentan las posibilidades de aquellos que sí necesitan protección.

"De esta manera, conseguiremos reducir la cifra de refugiados teniendo en cuenta el interés de todos al contrario de lo que ocurriría fijando un límite nacional concreto", dijo la canciller.

La solución, según Merkel, tiene que ser europea, con un reparto justo de las cargas y con una cooperación con Turquía.

La crisis de los refugiados ha producido un distanciamiento entre Merkel y la CSU que se hizo otra vez hoy patente durante el congreso del partido.

El presidente de la CSU y primer ministro bávaro, Horst Seehofer, respondió el discurso de Merkel resaltando primero las similitudes entre los dos partidos y reiterando su convicción de la necesidad de fijar un límite concreto a nivel nacional.