La Cámara de Representantes de EEUU, de mayoría republicana, aprobó hoy un proyecto de ley para endurecer los requisitos de entrada de refugiados sirios en el país, pese a la advertencia del presidente Barack Obama de que vetaría tal intento.

Todos los republicanos, junto a algunos demócratas, respaldaron la legislación nacida como repuesta a los ataques perpetrados el pasados viernes en París y con el objetivo de evitar la llegada de posibles terroristas al territorio estadounidense.

La medida, impulsada por los conservadores Mike McCaul (Texas) y Richard Hudson (Carolina del Norte), fue aprobada por 289 votos a favor y 137 en contra.

El texto ha sido fruto de la reacción a los ataques en la capital francesa, que causaron al menos 129 muertos y cientos de heridos, al descubrirse que al menos uno de los agresores podría haber entrado en Europa a través de Grecia haciéndose pasar por refugiado sirio.

Tras los atentados, muchos políticos, especialmente republicanos, han mostrado su preocupación por las cuotas de aceptación de refugiados sirios en Estados Unidos, por temor a que el grupo terrorista Estado Islámico se infiltre de manera similar.

La propuesta legislativa obligaría a que toda persona que buscase asilo en EEUU proveniente de Siria o Irak tuviera que pasar los controles tanto del Buró Federal de Investigaciones (FBI), como del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) y del Centro Nacional Antiterrorista.

"Si nuestras fuerzas de seguridad y la comunidad de inteligencia no pueden verificar que cada persona que viene aquí no sea una amenaza a la seguridad, entonces no se les debe dejar entrar. En este momento, el Gobierno no pude certificar eso, por lo que este plan pone en pausa el programa" de refugiados, aseguró hoy el presidente de la Cámara baja, el republicano Paul Ryan.

Así, el texto bloquearía de manera temporal la aceptación de refugiados, ya que las agencias de seguridad no podrían hacer frente de manera efectiva a la verificación tan exhaustiva que requiere la ley.

En este sentido, el presidente del Caucus Demócrata, el legislador Xavier Becerra, recordó hoy que el "sistema de verificación de seguridad nacional para los refugiados" de EEUU es el "más duro del mundo", motivo por el cual "tan pocos refugiados de Siria han sido aceptados hasta la fecha".

"Si yo creyera que esta legislación mejoraría nuestro sistema de verificación de refugiados, votaría por ella. Pero solo agrega otra capa de burocracia a nuestro proceso de selección y el resultado es que negamos la seguridad y el refugio a mujeres y niños que huyen de los mismos terroristas que tratamos de mantener fuera" de las fronteras, agregó Becerra.

Pese a la aprobación de hoy en la Cámara de Representantes, la propuesta aún debe recibir luz verde en el Senado, algo que descartó hoy el líder de la minoría demócrata en la Cámara alta, Harry Reid.

No obstante, en caso de que eso ocurriera, Obama ya ha advertido de que vetará la legislación y ha insistido en su determinación de abrir las puertas a lo largo del próximo año a 10.000 refugiados sirios que huyen del conflicto interno que vive su país.

Además de esta propuesta, alrededor de una treintena de estados, en su mayoría republicanos, se opusieron esta semana a acoger a refugiados sirios en sus territorios.

Las comprobaciones actuales para los refugiados sirios ya incluyen una entrevista antes de entrar al país, pruebas biométricas, huellas dactilares e investigaciones biográficas para determinar si los individuos pueden beneficiarse de la condición de refugiado o si representan algún riesgo para la seguridad.

Según datos del Gobierno estadounidense, la tasa de aceptación actual de refugiados sirios es de alrededor el 50 por ciento de las solicitudes, mientras que la otra mitad son rechazadas o responden a casos pendientes de una investigación más exhaustiva.

De los aproximadamente 2.500 sirios que EEUU ha admitido desde que empezó la guerra civil hace cuatro años, aproximadamente la mitad son niños, mientras un 25 por ciento son mayores de 60 años y sólo alrededor del 2 por ciento son hombres solteros en edad de poder luchar.