El primer ministro francés, Manuel Valls, pidió hoy "un control sistemático en las fronteras de la Unión Europea para los beneficiarios de la libre circulación" y advirtió de que, "si no se hace, la supervivencia de Schengen está en juego".

Valls, que intervenía en el debate en la Asamblea Nacional para prolongar tres meses el estado de emergencia decretado tras los atentados yihadistas del viernes, en los que fueron asesinadas 129 personas y más de 300 resultaron heridas, reclamó la adopción rápida del dispositivo de registro de pasajeros aéreos (PNR).

"Ya es hora -subrayó- de que Europa adopte el texto sobre el PNR que garantice el seguimiento de los desplazamientos, incluso en el interior de la UE. Es una condición para nuestra seguridad colectiva".

Todas esas demandas las formalizará mañana el titular francés de Interior, Bernard Cazeneuve, en el Consejo de Ministros convocado mañana en Bruselas a petición de París para tomar medidas después de los ataques de París del pasado viernes.

Valls señaló que tras el restablecimiento de los controles de las fronteras francesas decidida la misma noche del viernes al sábado por el presidente francés, François Hollande, en 132 pasos fronterizos, esos controles son permanentes. También se han reforzado los controles en trenes y aeropuertos.

"La seguridad -dijo el primer ministro socialista- es la primera de las libertades. Por eso se han limitado temporalmente otras libertades, en una medida estrictamente necesaria".

Insistió en la voluntad de regular de forma "muy estricta" el retorno a Francia de los que han ido al extranjero para integrarse en grupos yihadistas porque constituyen "una amenaza a la seguridad muy grave".

A ese respecto, contó que se tienen registrados 966 franceses o residentes que han ido a Siria o Irak, de los cuales 142 han muerto en el combate, 588 siguen allí y 247 han salido de esos países.

Valls hizo notar que "algunos hacen regularmente el trayecto de ida y vuelta, y algunos son yihadistas ''arrepentidos'' de los que es difícil evaluar su sinceridad".

Por eso, lo que se quiere es prohibirles entrar en Francia, tanto a los franceses como a los extranjeros residentes, sin una autorización expresa.

Esa disposición estará en la reforma constitucional que el Gobierno quiere sacar adelante, al igual que la retirada de la nacionalidad francesa a los que tengan doble nacionalidad y sean condenados por terrorismo.

Durante el estado de emergencia en vigor desde la medianoche del viernes, las fuerzas del orden francesas han llevado a cabo más de 400 registros administrativos (sin orden judicial) que han permitido requisar 87 armas, entre las que había 11 armas de guerra. Además, se ha dictado la residencia vigilada para 118 personas.

El debate sobre la prolongación del estado de emergencia debe finalizar hoy mismo con un voto, que se prevé muy ampliamente mayoritario a favor. El trámite en el Senado está programado para mañana.