La confirmación hoy de la muerte de Abdelhamid Abaaoud, presunto cerebro de los ataques terroristas en París, no ha alterado la normalidad del distrito bruselense de Molenbeek, donde el joven radical residió y donde su padre tiene una tienda de ropa que por ahora está cerrada.

"Todo lo que están diciendo en la televisión de que Molenbeek es un nido de terroristas es mentira", dijo un adolescente en las inmediaciones del comercio de la familia de Abaaoud, que ha sido identificado hoy oficialmente como uno de los fallecidos en el asalto de Saint Denis.

"Molenbeek es un lugar tranquilo y sin ningún tipo de peligro, la gente sigue con su vida normal", añadió su compañero.

Un día después del homenaje a las víctimas de los atentados en la plaza del Ayuntamiento de Molenbeek, que congregó a 2.500 personas, los comercios de la zona estaban abiertos con normalidad excepto la tienda del padre de Abdelhamid Abaaoud.

"Es cierto que en este barrio hay paro y que existe mucho racismo contra los musulmanes, pero eso no explica que este muchacho hiciese eso", declaró el responsable del ultramarino contiguo al comercio de la familia del presunto terrorista.

"No se puede culpar a la pobreza o la marginación, porque los suyos tienen una buena situación económica y no les faltaba de nada", agregó.

Según datos del Instituto Bruselense de Estadística y Análisis, la tasa de desempleo en Molenbeek supera el 30 % (la tasa nacional es del 8,5 %, según la agencia comunitaria de estadística Eurostat), y entre los jóvenes de esta comuna la cifra podría subir hasta el 40 %, según estimaciones del Wall Street Journal.

Omar Abaaoud, padre del terrorista, manifestó en enero pasado en declaraciones al diario La Dernière Heure recogidas ahora por la cadena de televisión RTL que su familia vivía "una vida magnífica en Bélgica" y que "le debían todo" a este país, por lo que su hijo "ha traído la vergüenza a la familia", que está "destruida".

El padre de Abaaoud hizo estas declaraciones cuando la Justicia belga le atribuyó a su hijo la autoría intelectual de los intentados que preparaba una célula terrorista en Bélgica y que fue desmantelada por la Policía en Verviers.

"Abdelhamid ha arruinado nuestro honor. Nuestras vidas están destrozadas. ¿Por qué en nombre de Dios quisiera matar a belgas inocentes? Nuestra familia debe todo a este país", señaló el padre, quien "nunca perdonará" a su hijo que haya reclutado para la organización terrorista Estado Islámico (EI) a su joven hermano Younès, de 14 años.

El propio padre se había personado incluso ante la Justicia belga contra el terrorista por esta razón.

De quien durante estos días ha sido el hombre más buscado en Europa, su ex abogado, Alexandre Château, lo describe como un joven "sonriente, introvertido y perezoso", en una entrevista concedida al diario La Libre Belgique.

El letrado añadió que Abaaoud era "un poco reservado" y que durante el periodo que le defendió era "un pequeño delincuente sin gran envergadura, que no revelaba nada de lo que iba a venir más tarde".

Abdelhamid Abaaoud, de 28 años y de origen marroquí, fue fichado por la Policía por delitos de delincuencia común en la capital belga entre 2010 y 2011, antes de introducirse en el islamismo radical.

Hace cinco años estuvo implicado en un atraco junto a los hermanos Salah (otro de los sospechosos de los atentados del 13-N y ahora en busca y captura internacional) e Ibrahim Adeslam, quien se inmoló el pasado viernes en el exterior del Estado de Francia, en Saint Dennis.

Posteriormente, se convirtió en cabecilla de la célula yihadista desmantelada en enero en Verviers, momento en que desapareció.

En julio pasado, la justicia belga lo condenó en ausencia a una pena de veinte años de cárcel por reclutar combatientes para el Estado Islámico en Siria.