Igual que desde el Renacimiento ha sido importante saber escribir y leer, en el siglo XXI es necesario, además, saber crear algoritmos. "La importancia de un país se mide por el número de matemáticos por habitante, no por su PIB", defiende el catedrático Carlos Elias, autor de "El selfie de Galileo".

¿Y si el mundo real fuera una simulación por ordenador hecha por los ingenieros del futuro, que lo han dotado de "las leyes naturales", es decir, una cuadrícula espacio-temporal que sostiene con algoritmos la realidad virtual que es la vida?

Esa es una de las inquietantes cuestiones que Elías, tinerfeño y doctor en Química y en Periodismo, plantea en su libro, uno de cuyos objetivos fundamentales es alertar de la necesidad de "triplicar, al menos" el número de matemáticos que tiene España, muy por debajo de países como China, con el 40% de estudiantes en carreras científicas.

Carlos Elías alerta en "El selfie de Galileo" de la escasa cultura científica de los españoles

"Hay tres formas de ser hegemónico: por la conquista, por los recursos naturales o por la tecnología, y Europa y España, en particular, llevan eso fatal", advierte.

A su juicio es "indispensable" que los niños, además de consumir tecnología, aprendan a programar desde la Primaria porque, si no, "siempre estarán en manos de otros".

"En un Estado del siglo XXI no puede haber más abogados que ingenieros informáticos", sostiene el autor, catedrático de Periodismo de la Universidad Carlos III y especializado en Ciencia, Tecnología y Esfera Pública en la London School of Economics.

La sociedad actual, apunta, es lo que el Massachusetts Institute of Technology (MIT) "planeó, en los años 60, que sería; aquellos informáticos eran filósofos que cambiaron el futuro con algoritmos".