El Gobierno de Francia ha informado de que la cifra de fallecimientos en todo el país se ha elevado en 700 casos durante la semana del 29 de junio al 5 de julio, atribuidas por las autoridades a posibles consecuencias médicas de la ola de calor que afecta al país.

La ministra de Sanidad, Marisol Touraine, ha comparecido ante los medios para hacer balance del intenso calor de las últimas semanas. Las autoridades mantienen un plan especial de vigilancia entre el 1 de junio y el 31 de agosto.

Según los datos de los que dispone el Gobierno, la tasa de mortalidad aumentó un 7 por ciento entre el 29 de junio y el 5 de julio en comparación con una semana sin altas temperaturas. En total, se han registrado 700 fallecimientos más, informa el periódico ''Le Figaro''.

La afluencia de pacientes en las urgencias de los hospitales también se ha disparado. Más de 3.500 personas han acudido a estos servicios en la semana analizada, tres veces más que en un periodo normal, mientras que las consultas en SOS Medecin se han multiplicado por diez.