Tacoronte vivió, a mediodía de ayer, su tradicional romería en honor de San Isidro Labrador. Una veintena de carretas tiradas por vacas, varios rebaños de cabras, grupos folclóricos con cuerpo de baile e improvisadas parrandas, amén de la gastronomía propia de los días de fiesta, regada con caldos de la comarca, protagonizaron el día en este enclave norteño.

La romería se desarrolla a lo largo de la calle El Calvario, donde, después de la bendición de los rebaños de cabras, de ovejas y de las caballerías comienza la romería propiamente dicha. Los participantes dan expresión a su sentir folclórico y religioso, en una edición de ida y vuelta, pues, una vez llegan a la zona de El Calvario, junto al antiguo edificio de La Alhóndiga, y los romeros presentan sus respetos a la imagen del santo madrileño, regresan sobre sus propios pasos hasta el templo de Santa Catalina. Lo que hace que sea una romería, como pocas, de ida y vuelta.

Según la organización, la afluencia de público se pudo cifrar en 5.000 personas. La presente edición se desarrolló bajo un sol que "rajaba la piedras" y, por lo tanto, con un calor abrasador, lo que no impidió en su buen desarrollo.