El centro villero de atención terapéutica para personas con discapacidad intelectual Probosco recibió ayer las llaves de un piso en San Antonio donde pondrá en marcha un recurso residencial con capacidad para ocho personas. El alcalde orotavense, Francisco Linares (CC), y la concejala de Bienestar Social, Belén González, fueron los encargados de hacer entrega a la entidad de este gran piso de 167 metros cuadrados, dotado con cinco dormitorios, salón, cocina y dos baños.

La directora de Probosco, Elena Cañete, señaló que su intención es poner en marcha allí este año una residencia tutelada para personas con discapacidad intelectual y cierto grado de autonomía. La entidad espera lograr concertar las plazas a través del Cabildo.

Al menos dos profesionales acompañarán siempre a los residentes, con el objetivo es mejorar su calidad de vida, integración social y autonomía.