La multinacional informática Apple abrió hoy su tienda más grande de Asia, de 3.000 metros cuadrados, en la ciudad oriental china de Hangzhou, capital de la provincia oriental de Zhejiang, cuna del pujante sector privado de China, y también sede del gigante del comercio electrónico Alibaba.

La ciudad donde nació Alibaba, la compañía que protagonizó en septiembre, en Wall Street, la mayor salida a bolsa de la historia, y que se ha convertido en un motivo de orgullo y casi en una seña de identidad del tejido empresarial de Hanghzou, es también una de las ricas de China, y uno de los lugares más atractivos para el turismo interno.

Su famoso Xihu (Lago del Oeste), un inmenso estanque artificial construido en la antigüedad, cuando Hangzhou, ubicada a 170 kilómetros al suroeste de Shanghái, era la capital imperial china, rodeado de árboles y montañas y sembrado de pabellones y pagodas en sus orillas, crea un paisaje que atrae a miles de personas cada día.

Es precisamente allí, a apenas unos cientos de metros del punto más famoso de su orilla principal, de donde salen las principales rutas de los barcos turísticos que llevan a las islas internas del lago, donde Apple abrió hoy su tienda número 15 de China.

La multinacional tenía ya cuatro tiendas en Shanghái (este), cuatro en Pekín (noreste), dos en Chongqing (centro), una en Chengdu y otra en Zhengzhou (centro), otra en Wuxi (este) y una más en Hangzhou, pero es en esta ciudad, sede también de numerosas firmas privadas, donde abrió hoy la más grande de todo el continente.

Según medios locales, unas 180 personas durmieron anoche a las puertas del nuevo establecimiento, y durante todo el día siguió siendo visitada por miles de personas, y declararon varios dependientes, aunque el portavoz de Apple en China no pudo ser localizado.

La espectación de las propias autoridades locales fue tal que, además de cortar la calle de acceso al centro comercial cuyo espacio central ocupa la tienda, varios policías incluso controlaban hoy la situación desde la azotea del edificio.

"El lugar está muy bien elegido", comentó a las puertas de la tienda Yang Yongtao, un ingeniero de 26 años, que vive desde hace tres en la ciudad, y que acudió para acompañar a un amigo, fanático seguidor de Apple, al que decidió esperar fuera ante la gran aglomeración que había dentro.

"La ubicación es perfecta, porque está casi junto a la orilla del Xihu, donde siempre hay un montón de turistas, así que cuando terminan pueden visitar esta tienda y tal vez pueden comprarse iPhones, iPads y ese tipo de productos", comentó, consciente del atractivo que tiene el lugar para turistas de otras partes de China.

En su opinión, Apple ha abierto esta tienda emblemática precisamente en Hangzhou porque "aquí los salarios son más altos que en otras partes de China, y hay mucha gente que gana suficiente dinero para comprarse un iPhone".

"Es normal, es uno de los lugares con más dinero del país", coincidió con él un hangzhounés apellidado Wang, de 47 años, que decidió entrar otro día que haya menos gente.

La popularidad de Apple entre los chinos se debe, según Yang, a que "(Steve) Jobs era una persona con mucho encanto, así que es por una combinación de su personalidad y del producto, tal vez por eso la gente sabe más sobre el iPhone que sobre los móviles de otras marcas".

Con todo, él dijo preferir la marca local privada Huawei, con un precio más competitivo y una calidad, en su opinión, similar, por lo que decidió mostrar su apoyo como consumidor a las marcas chinas, para que cada vez puedan competir mejor con marcas como Apple, de la que, comentó, sobre cómo venderse "se pueden aprender muchas cosas".

Otro joven, Liu Xuan, de 23 años, dijo conocer la tienda emblemática de Apple en Shanghái, en el futurista barrio de rascacielos de Lujiazui, y no se decidió por cuál le gustaba más.

"Todas son parecidas, tienen muy buen estilo, puertas de cristal, y siempre son brillantes y espaciosas", afirmó.

Wang Liping, de 29 años, no creía que fuera de verdad la tienda más grande de Asia: "seguro que la de Shanghái es más grande", desconfió, con su nueva tableta recién comprada en la mano, mientras su mejor amiga, Li Momo, de 26, sentenció: "sólo había visto otras tiendas de Apple en Corea del Sur, pero esta es un poquito mejor".