El Papa Francisco ha instado este viernes a los ciudadanos surcoreanos a tener cuidado con el "cáncer" espiritual que suele acompañar a las sociedades ricas, durante una misa celebrada en la localidad de Daejon para conmemorar la memoria de las más de 300 personas que murieron en abril a causa del hundimiento del ferry ''Sewol''.

En el segundo día de su primer viaje a Asia, el Santo Padre se reunió con las familias de las víctimas y algunos supervivientes de la tragedia antes de iniciar una misa ante unas 50.000 personas en el estadio olímpico de la ciudad de Daejeon.

Cientos de árboles fueron adornados con cintas amarillas en la ciudad, recordando a las víctimas del hundimiento del ''Sewol'', en su mayoría estudiantes.

Durante la homilía, el Papa a instalado a los presentes a "luchar contra el encanto del materialismo que sofoca los auténticos valores espirituales y culturales, y el espíritu de competencia desenfrenado que genera egoísmo y conflicto".

El Santo Padre ha dicho que la fe ha de considerarse como un "antídoto para el espíritu de desesperación que parece crecer como un cáncer en las sociedades que son ricas por el exterior, pero que suelen experimentar tristeza y vacío en el interior".

En lugar de volar en helicóptero como estaba previsto, el Papa Francisco viajó en un tren de alta velocidad, debido a la niebla que había en el área de Daejeon.

El Papa fue recibido en el estadio por una multitud, con muchos de los presentes luciendo sombreros de cartón con las palabras ''Viva il Papa Francesco'' (Viva el Papa Francisco) y una imagen del Pontífice.

La Iglesia Católica ha estado creciendo con rapidez en Corea del Sur, duplicando su tamaño en los últimos 25 años hasta cerca de un once por ciento de la población, sumando unos 100.000 nuevos miembros cada año. RIQUEZA Y DESIGUALDAD

El rápido crecimiento económico ha llevado a Corea del Sur desde la pobreza, consecuencia de la guerra en la península de 1950 a 1953, a ser uno de los países más ricos del mundos, pero ha profundizado las desigualdades.

Si bien por fuera es visto como un país exitoso hogar de algunas de las mayores compañías del mundo, como Samsung Electronics Co Ltd y Hyundai Motor Co, la sociedad surcoreana se ha vuelto más desigual a medida que su economía ha ido creciendo.

Corea del Sur ocupa ahora la posición 29 en la lista de los países más ricos del mundo en términos de Producto Interno Bruto (PIB) per cápita, pero muchos de los graduados que salen cada año de sus universidades tienen problemas para hallar empleos decentes, conformándose por empleos temporales mal pagados.

De hecho, casi la mitad de los ancianos surcoreanos viven en la pobreza, dando al país la mayor tasa de pobreza entre los ciudadanos de la tercera edad entre los 30 miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

El Papa Francisco ha hecho durante su misa una aparente referencia a la polarización provocada por la desigualdad de los ingresos cuando instó a sus oyentes a "rechazar los modelos económicos inhumanos que crean nuevas formas de pobreza y marginan a los trabajadores".

El Papa inició el jueves su viaje de cinco días a Corea del Sur. El principal propósito del viaje es presidir un encuentro de jóvenes católicos asiáticos y beatificar a 124 personas que murieron debido a su fe en el siglo XVIII.