Observaciones realizadas de un grupo de galaxias muy distantes con el Gran Telescopio Canarias permitieron comprobar, por primera vez, que la formación de las estrellas que la componen no fue continua. Así lo informa el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) en una nota de prensa, donde explica que para comprender cómo se formaron las primeras estructuras en el Universo, "los astrofísicos estudian las galaxias más lejanas". A estas galaxias, muy difíciles de observar, se las reconoce "porque las líneas espectrales de sus elementos químicos aparecen muy desplazadas hacia el rojo (valores altos de z)".

Es el caso de las dos galaxias primitivas (a z = 5,07, equivalente a 12.550 millones de años; la edad actual del universo es de 13.700 millones de años), que un equipo liderado por investigadores del IAC y de la Universidad de La Laguna (ULL) analizó con el espectrógrafo Osiris del Gran Telescopio Canarias (GTC), en el Observatorio del Roque de los Muchachos (La Palma). Muy próximas entre sí y en interacción con una tercera, estas galaxias tuvieron "al menos dos brotes de formación estelar", uno hace 100 millones de años y otro muy reciente, hace tan solo dos millones de años.

El modelo teórico más aceptado que explica cómo se formaron las galaxias -el "modelo jerárquico"- establece que las más grandes se formaron como resultado de la fusión de galaxias más pequeñas.

En estos violentos procesos siempre se producen intensos brotes de formación estelar, tras los que se generan nuevas galaxias, más grandes y masivas que sus progenitoras. En las últimas décadas se ha progresado mucho en el estudio de estas galaxias lejanas gracias a una mejor instrumentación en los grandes telescopios y a nuevas técnicas de observación. Sin embargo, aún falta por desvelar cómo era la producción de estrellas en esas galaxias primigenias. La mayor parte de los estudios asume que las estrellas se formaban "de manera continua, consumiendo poco a poco el gas de la galaxia y convirtiéndolo en estrellas", explica el IAC.

Los datos revelan la presencia de dos poblaciones de estrellas distintas en cada una de las galaxias: una muy joven, con poca masa, y otra vieja, responsable de la mayor parte de las galaxias observadas. "Es la primera vez que se detecta formación estelar episódica en galaxias muy primitivas, aunque aún está por comprobar si este modo de formación es común en galaxias lejanas o se debe a que esas galaxias están en un proceso de interacción", apuntó el científico.