Investigadores de Austria, Alemania, Italia, Suiza y el Reino Unido trabajan en el desarrollo de tecnologías que utilizan la capacidad cerebral para mejorar "en gran medida" la calidad de vida de las personas con distintos niveles de discapacidad física, informó ayer la Comisión Europea. Las tecnologías en las que trabajan forman parte del proyecto europeo TOBI, que desarrolla unos prototipos para establecer un "diálogo" de interacción entre el cerebro y un ordenador de manera "no invasiva", explicó la Comisión. "Hay muchas personas que sufren diferentes niveles de discapacidad física, que no pueden controlar su cuerpo, pero su nivel cognitivo es suficientemente alto", aseguró el coordinador del proyecto, José del R. Millán.