Gustavo Matos, director general de Comercio, y Anselmo Pestana, presidente del Cabildo de La Palma, visitaron ayer, junto a otras autoridades, el inicio de las obras de reforma de la calle Anselmo Pérez de Brito en el tramo que discurre desde la placeta de Borrero hasta las Cuatro Esquinas, en el casco histórico de Santa Cruz de La Palma, actuación que cuenta con un presupuesto de 670.000 euros y que está previsto que finalice el próximo mes de enero.

La idea es que desde el restaurante Bistro hasta la altura del comercio de elestrodomésticos Niecar, la calle sea uniforme. Que los adoquines y las aceras estén al mismo nivel, sin los socavones que ahora presenta. Es decir, que pasear por la vía sea igual de cómodo que ir por la O´Daly (Real), área comercial donde se concentra un mayor números de clientes.

El proyecto incluye también nuevas canalizaciones subterráneas vitales para el día a día de Santa Cruz de La Palma, conectando la añeja red de saneamiento con la nueva que se construye en la avenida Marítima.

En un primer "empujón" se reformó la Pérez de Brito desde su conexión con la avenida del Puente hasta la placeta Borrero, de donde ahora se inician las nuevas obras. En un futuro se plantea llegar a la plaza de La Alameda e incluso iniciar la mejora de la avenida Marítima. Matos es consciente de que "es una obra importantísima y queremos que la actuación que estamos haciendo en Santa Cruz de La Palma se convierta en un referente de las zonas comerciales abiertas".

El director general de Comercio defiende que con este tipo de actuaciones se busca "mayor calidad y competitividad para el comercio tradicional", sobre todo en una ciudad "que va a sufrir una transformación muy importante. Con obras como la playa, la reforma de la avenida Marítima y las zonas comerciales abiertas, habrá un antes y un después para la capital palmera".

Lo peor de los trabajos que acaban de comenzar es que tienen fecha de finalización para enero de 2015, por lo que las ventas en diciembre se pueden ver mermadas o, al menor, entorpecidas. A propósito, Gustavo Matos entiende que "lo más importante es que la obra tenga su programación y que en la misma participen los comerciantes, cuya opinión debe tenerse muy en cuenta". Al final, los empresarios lo que quieren "es saber cómo va el ritmo de las obras y durante cuánto tiempo estarán los trabajos en la puerta de sus establecimientos". Por tanto, "la clave es tenerles informados e implicados en la ejecución de las obras para minimizar sus posibles impactos".

Por su parte, Anselmo Pestana manifestó que "aunque el plazo de finalización de obra es enero, entendemos que es posible que se acorten los plazos y se finalice antes para entorpecer lo menos posible a la campaña de Navidad".