El Comité de Unicef en España instó ayer a las administraciones públicas a "recuperar" las ayudas de comedor escolar y de libros de texto reducidas o suprimidas, para garantizar así una educación de calidad contra la pobreza infantil y la exclusión social.

Su presidente, Carmelo Angulo, se ha mostrado partidario también de que los comedores abran en verano en escuelas o centros de atención con un programa de actividades recreativas, formativas y deportivas para que los menores puedan aprovechar parte de la jornada allí. Esto les evitaría el estigma de acudir sólo a recoger una bolsa de alimentos y el coste sería "razonable" en términos presupuestarios para las comunidades, argumentó en una conferencia de prensa.

"Están aumentando las desigualdades entre los niños, entre los que pueden pagar o no el comedor, los libros o ir de excursión", alertó, al tiempo que ha valorado el trabajo "psicosocial" de los maestros con las familias.

Por ello defendió que la "supuesta" recuperación económica en empleo y fiscalidad debe llegar a la infancia en forma de presupuestos públicos ya desde 2015 y paulatinamente hasta 2020, porque "los niños son un tema de futuro" y prioritario.

Es el momento "adecuado" para un Pacto de Estado en este sentido (ya hay pactos autonómicos en la mayoría de comunidades), sobre lo que Unicef está hablando con el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad y los grupos parlamentarios.

Unicef propone una ayuda anual "universal" de 1.200 euros anuales por hijo hasta los 18 años en mensualidades de cien euros, que supondría 9.400 millones de euros al año, o al menos que empezaran a recibirla los hogares con menos ingresos para generalizarse posteriormente.

Sería una media "eficaz a largo plazo para reducir la pobreza" y mejor aceptada por el conjunto de la población que ayudas sólo para determinadas familias, justificó Gabriel González-Bueno, uno de los autores del informe anual de Unicef.

Los 17 millones de euros del Plan Nacional de Infancia son "a todas luces insuficientes", según Angulo que recordó que un millón de hogares con niños tienen a todos sus miembros desempleados.

Además, pidió "no cuestionar los datos oficiales" europeos y españoles de pobreza y exclusión".