El presidente del comité español de Unicef, Carmelo Angulo, alertó ayer de que "la pobreza en España tiene rostro de niño", y que "en la pobreza infantil está el germen de una sociedad mas desigual" y un sistema menos sostenible.

Esta consideración la ha hecho Angulo en su conferencia "Los derechos de la infancia, un presente para los niños y un futuro para todos", que pronunció en el desayuno-coloquio "Primera plana" que organizan El Periódico de Catalunya y Banc de Sabadell con el patrocinio de Telefónica, en Barcelona.

A partir de los datos del informe bianual sobre la situación de la infancia en España que presentó UNICEF el pasado 24 de junio, Angulo señaló que la pobreza infantil es "más elevada, intensa y extensa" que la de otras franjas de edad y que en los países del entorno.

Angulo puso énfasis en que este informe revela que un total de 2.306.000 niños viven en España bajo el umbral de la pobreza, el 27,5%, "se han empezado a crear desigualdades en la calle" y, además, los hogares con hijos son más pobres, por lo que "las familias grandes están penalizadas".

Por eso reclamó, ahora que se está hablando de inicios de recuperación económica, que se aborde un pacto de Estado por la infancia que complete el Pacto de Toledo con el que se protege a los mayores de 65 años y blinde los derechos de otra parte de la población que no genera sus propios ingresos.

Carmelo Angulo reveló que desde que Unicef hizo pública, hace dos semanas, su propuesta, más de 43.000 personas han entrado en su portal en internet para apoyar el pacto.

"Sin la infancia el futuro está en cuestión y hay que reflexionar sobre esto", consideró antes de explicar que ya se han mantenido reuniones con el Gobierno para sacar adelante el pacto, así como con grupos del Congreso.

"Detectamos buen ambiente, pero en un ambiente politizado todo puede convertirse en un arma arrojadiza", dijo antes de apostar por el "trabajo silencioso y tranquilo" para obtener una respuesta en los próximos meses.

El experto destacó que en España, "en los años de bonanza, las tasas de pobreza (infantil) siempre eran altas" -del 25%- y a pesar de ello "nunca fue una preocupación directa y asumible por los parlamentos" ni una prioridad "para este gobierno ni para los anteriores".

"El tema de la infancia nunca fue abordado como tal, se pensó que era tarea de las familias y se dejó exclusivamente en sus manos y, ahora, un millón de familias en las que ambos progenitores están en el paro no pueden sacar adelante a sus hijos sin recursos", concluyó el dirigente de Unicef.