El director Zubin Mehta, hasta hoy director de la Orquesta de la Comunidad Valenciana y del Festival del Mediterráneo, ha puesto fin a 12 años de relación profesional con el Palau de les Arts de Valencia, un coliseo al que llegó antes de su inauguración y cuya programación ha contribuido a consolidar.

Mehta (Bombay, 1936) empezó su vinculación con la Comunidad Valenciana en noviembre de 2002, cuando el entonces candidato del PP a la Generalitat, Francisco Camps, se desplazó hasta Munich -donde Mehta dirigía la ópera local- para ofrecerle el cargo de director de la Orquesta de la Comunidad Valenciana.

Esta orquesta tendría sede en un Palau de les Arts Reina Sofía, que no sería inaugurado hasta tres años después, en octubre de 2005.

Mehta, que recibió a Camps en su camerino en el entreacto de ''Sigfried'', de Wagner, acogió la propuesta con entusiasmo y afirmó que sus "sueños" y los del entonces candidato iban "en la misma dirección".

Un mes después, aprovechando su regreso a Valencia (Palau de la Música) tras siete años de ausencia, firmó con la Generalitat un protocolo de intenciones por el cual si Camps era investido presidente, Mehta se comprometía a crear y dirigir la orquesta del Palau de les Arts y a dirigir el Festival del Mediterráneo al final del mes de mayo de cada temporada.

A finales de 2004 se anunció que el Palau de les Arts dispondría de una programación regular a partir de otoño de 2006 y en los años siguientes su presencia en el Palau de les Arts como director del Festival del Mediterráneo se complementó con la labor del violinista, director y compositor Lorin Maazel como director musical.

Finalmente fue Maazel, junto con Enrique García Asensio, quien dirigió el concierto inaugural del Palau (8 de octubre de 2005), aunque Mehta cogió la batuta días después, el 25 de octubre, para ponerse al frente de la Filarmónica de Israel con la novena sinfonía de Beethoven.

Zubin Mehta centró sus esfuerzos en el Festival del Mediterráneo, mediante el que quiso convertir Valencia "en la Salzburgo del Mediterráneo" con la premisa de que no existía ningún otro festival de esas características en el circuito mundial que se celebrase en mayo.

Mehta preparó para la primera edición una versión de las dos primera óperas de la tetralogía de Wagner "El anillo del nibelungo": El oro del Rin y La walkiria, y tomó de nuevo la batuta en la presentación en público de la orquesta del Palau de les Arts en octubre de 2006.

Con su mayor presencia en la Comunidad Valenciana, Mehta empezó a implicarse más en la programación del Palau de les Arts, organizando conciertos singulares, como el que protagonizó junto a Daniel Barenboim en noviembre de 2006, aunque también fue crítico con la lentitud de las obras en los diferentes auditorios del Palau de les Arts, diseñado por el arquitecto Santiago Calatrava.

En abril de 2007, con motivo de la presentación de unas memorias de sus 50 años de carrera musical, Mehta aseguró que dedicaba "más de catorce horas al día" al Palau de les Arts.

"El problema que tengo es que tanto si estoy de crucero en la Antártida, buscando gorilas en Ruanda o dirigiendo la Octava sinfonía de Bruckner, no sé dónde empieza el trabajo o terminan mis vacaciones. Es una vida maravillosa", concluía en esas memorias.

El primer Festival del Mediterráneo fue realidad en mayo de 2008 bajo la gestión conjunta de Maazel y Mehta y reunió a más de 25.000 espectadores; desde entonces se ha desarrollado de forma ininterrumpida.

Mehta hizo suyas las reivindicaciones de la Generalitat contra el Ejecutivo socialista, al considerar un agravio comparativo los fondos anuales que recibe el Liceo de Barcelona o el Teatro Real de Madrid.

"El Gobierno central debería ayudar un poco más a Valencia, que durante muchos años ha sido fiel al PP", aseguró en enero de 2012, pocos meses antes de que la Generalitat Valenciana le concediese la Cruz de Honor de la Orden Jaume I el Conqueridor por su contribución al mantenimiento de la paz internacional.

El pasado mes de febrero la intendente del Palau, Helga Schimdt, ofreció a Mehta la dirección musical del teatro operístico valenciano tras la salida de Omar Meir Wellber, cargo que el director de origen indio ha rechazado finalmente.