La Fiscalía general de Ucrania confirmó la muerte de 49 soldados ucranianos al ser derribado esta madrugada por separatistas prorrusos el avión militar de transporte en el que iban a aterrizar en el aeropuerto de Lugansk, en el sureste del país.

La aeronave Il-76, de fabricación rusa, fue derribada alrededor de las 01.00 horas (22.00 GMT) por dos misiles de bazoca lanzados por los rebeldes prorrusos, que han reconocido la acción.

"Los milicianos nos han comunicado que derribaron durante la madrugada un avión Il-76 con militares a bordo. El avión cayó en el aeropuerto", informó a las agencias rusas un portavoz de la autoproclamada república popular de Lugansk, declarada independiente de Ucrania.

En el avión viajaban nueve tripulantes y 40 soldados de la 25ª Brigada Aerotransportada de Dnepropetrovsk, que tenían que reemplazar a otros en la operación antiterrorista lanzada hace dos meses por Kiev contra los separatistas prorrusos.

Otros tres soldados, de la guardia fronteriza ucraniana, murieron hoy a manos de los rebeldes en la ciudad de Mariupol, en el sur de la vecina región de Donetsk, según el jefe de prensa del Servicio de Guardafronteras de Ucrania (SGU), Oleg Slobodián.

Los insurgentes tirotearon una columna de vehículos del SGU que circulaba por esa ciudad a orillas del mar de Azov, escenario ayer de escaramuzas entre los prorrusos y las fuerzas gubernamentales.

Poco antes, a primera hora de esta mañana, dos cazabombarderos ucranianos bombardearon la comisaría de policía de la ciudad de Górlovka, convertida en cuartel general de los rebeldes en esa ciudad, a unos 50 kilómetros al norte de Donetsk.

Las autoridades sanitarias locales confirmaron que una persona murió y otras seis resultaron heridas de gravedad en el ataque.

Los combates continuaron hoy en la periferia de la ciudad de Lugansk, bastión de la rebelión prorrusa, con casi medio millón de habitantes, donde en las últimas horas han sonado varias veces las sirenas para advertir a la población sobre la posibilidad de un ataque aéreo.

Los combates en el sureste de Ucrania se han recrudecido en los últimos días tras un breve paréntesis a mediados de la semana, motivado aparentemente por los esfuerzos diplomáticos para poner fin al conflicto armado entre las fuerzas gubernamentales y los separatistas.