El éxito rotundo no está asegurado, pero casi cuatrocientos años después de la muerte de Miguel de Cervantes Madrid está más cerca que nunca de recuperar los restos del genio universal con una búsqueda que comienza este lunes en el Convento de las Trinitarias y cuyos resultados se conocerán en sólo unos meses.

Pero, si se está ahora más cerca que nunca, es porque jamás antes se ha tratado de localizar la tumba del escritor fallecido en 1616, a pesar de que un estudio de la Real Academia Española documentó que sus restos nunca salieron de las Trinitarias, el convento del madrileño barrio de las Letras donde se le enterró junto a su esposa, Catalina de Salazar, en cumplimiento de su expreso deseo.

El historiador Fernando de Prado, el investigador Luis Avial y el forense Francisco Etxeberría presentaron ayer los detalles de un proyecto que pretende revertir esta situación y cuya primera fase comienza el lunes con la localización en la iglesia conventual de las cavidades donde pudo ser enterrado.

Los investigadores han repasado los detalles de una investigación dividida en tres fases, que costarían en total unos 100.000 euros.