Un cortocircuito en la cabeza tractora de un camión frigorífico causó un incendio en la bodega principal del ferry "Volcán de Taburiente", de la Naviera Armas, que cubría la ruta entre el puerto de Los Cristianos, La Gomera y La Palma. Y las llamas y el humo generaron alarma, preocupación e incertidumbre entre los 319 pasajeros y los 15 miembros de la tripulación. En el suceso no hubo personas heridas, pero en algún momento se llegó a barajar la posibilidad de evacuar la embarcación si esta no conseguía regresar a Los Cristianos. Finalmente, esa opción no resultó necesaria, aunque los pasajeros y la tripulación se colocaron los chalecos salvavidas.

Uno de los afectados, Francisco Méndez, natural de La Gomera y residente en Tenerife, explicó que había transcurrido una media hora desde que el barco había salido de Los Cristianos cuando escuchó las sirenas de alerta varias veces, pero nadie ofreció información. Hasta que observó que "la gente caminaba hacia popa", por lo que "me alarmé, me levanté y fui a ver lo que ocurría". Minutos después habló el capitán para explicar que había ocurrido un incendio y pedir que se pusieran los chalecos salvavidas.

Mientras tanto, fueron numerosos los recursos que se movilizaron, como un helicóptero y dos embarcaciones de Salvamar, así como un helicóptero de la Guardia Civil, entre otros medios. Además, uno de los ferrys exprés de la compañía Fred Olsen se acercó hasta las proximidades del "Volcán de Taburiente", por si el problema llegaba a ser más grave y fuese necesaria la evacuación y rescate de pasajeros y tripulación en un noble gesto de solidaridad.

Mientras, en tierra, numerosas dotaciones de bomberos del Consorcio de Tenerife, así como de ambulancias y otros recursos de emergencia se desplazaron hasta el puerto de Los Cristianos.

De hecho, durante todo el regreso hasta el citado recinto portuario de Arona, el camión continuó en llamas y el fuego pudo ser apagado por los bomberos que accedieron al ferry en Los Cristianos, donde tardaron alrededor de una hora en acabar esa primera tarea, porque la ventilación de la bodega se prolongó varias horas más. Otra pasajera, Miriam Cruz aseguró a EL DÍA que "ha sido la peor experiencia de mi vida". Tras hablar el capitán, Cruz se lo tradujo al inglés a algunos de los extranjeros que iban en el "Volcán de Taburiente". Esta joven señaló que se vivieron momentos de mucha incertidumbre y preocupación. Según su cálculo del tiempo, pudieron pasar unos 20 minutos desde que empezaron a sonar las alarmas hasta que habló el capitán. En cualquier caso, esos extremos se aclararán en la investigación que ahora abrirán las autoridades competentes, en la cual escucharán las conversaciones entre la tripulación.

Entre los pasajeros había más de medio centenar de vecinos de Guía de Isora.

El capitán marítimo, Antonio Padrón, calificó el operativo como "un éxito" y el comportamiento de la tripulación, "ejemplar". Padrón comentó que en la bodega número 5 se evitaron abrir vías de aire que pudieran avivar el fuego. Mientras tanto, los rociadores paliaron el avance del fuego.

Nueve personas tuvieron que ser atendidas por sufrir episodios leves de crisis de ansiedad. Los pasajeros afectados pudieron alojarse en hoteles o casas de familiares y desde hoy podrán reanudar su viaje a La Gomera o La Palma. Asimismo, al menos un perro tuvo que ser atendido por los bomberos. Además, Padrón indicó que el barco debe ser inspeccionado para ver si ha sufrido algún daño en su estructura.

El que no hubiera mercancías peligrosas a bordo contribuyó a que la operación de regreso a puerto fuera más tranquila.