El secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez, atribuyó la muerte de 15 subsaharianos en la tragedia de Ceuta a la combinación de varios factores, como la entrada en masa y un error de apreciación en la profundidad del agua (2,11 metros) cuando muchos de los inmigrantes no sabían nadar.

Martínez, en una exhaustiva explicación del suceso del pasado 6 de febrero, que en su exposición inicial superó las dos horas, descartó una relación causa-efecto entre el lanzamiento de pelotas de goma por parte de la Guardia Civil y los fallecimientos.

Sin embargo, atribuyó la tragedia a la combinación de algunos factores, entre ellos que los inmigrantes creyeran que la profundidad del agua a la altura de espigón del Tarajal iba a ser similar a la del 17 de septiembre de 2013, cuando 91 inmigrantes pudieron entrar a esa misma hora (en torno a las 07:30 horas) porque la marea estaba baja y la altura del agua era de 1,45 metros.

Sin embargo, el día 6 de febrero había a esa hora pleamar y la profundidad de agua era de 2,11 metros, lo que unido a que los inmigrantes en su mayoría no sabían nadar, la entrada en masa y a la carrera, la excitación y el cansancio y la escasa visibilidad, pudo contribuir a la tragedia, según las conclusiones de Interior.

Y en esas conclusiones, los responsables de este departamento aportan un argumento más para descartar que las pelotas de goma fueran causa de las muertes, ya que en los cadáveres no se aprecian lesiones.

Según explicó Francisco Martínez, en el asalto de septiembre los inmigrantes ya cambiaron la ruta e intentaron entrar andando por el mar, lo que consiguieron 91 subsaharianos.

Una nueva modalidad de entrada que precisamente quisieron intentar 200 inmigrantes el pasado día 6 de febrero, buscando un "efecto sorpresa" y obligando a la Guardia Civil, que esperaba que el asalto fuera por la valla, a desplazarse a la carrera por "espacios laberínticos" para poder llegar hasta las proximidades del espigón, señaló el responsable.