1.- Ustedes saben, porque yo lo he contado aquí, que tengo sintonizada la COPE en el coche; y, como no sé manejar la radio, me cabreo cada vez que alguien toca la perilla y me pone la SER, que no soporto. Bueno, pues el otro día, en el programa "La Mañana", sección Mayer Trujillo, un excelente compañero, éste entrevistaba a un concejal de no sé dónde porque un tipo se había tirado por la ventana después de matar a su pareja sentimental. Y, la verdad, me descojoné porque el edil, que quería cogérsela con papel de fumar, empezó a utilizar "presuntamente" cada dos palabras. Como si diciendo presuntamente se fuera a librar de todos los males judiciales posibles. Y lo peor no fue esto, sino que contagió al bueno de Mayer, que también le dio a modo al palabro. Conté las veces. Las del concejal fueron 25 y las de Mayer unas 8. Acabé como una sereta. Pero es que, además, el fulano se había tirado por la ventana y en una inmediata pausa publicitaria pusieron el anuncio de "Binter" que hablaba de lo bueno que es volar. Tuve que parar en la cuneta porque me entró la risa floja y presuntamente no podía conducir.

2.- Vamos a ver, si uno quiere resguardarse de las consecuencias de una afirmación categórica -que, por cierto, no sirve para nada- con una vez que diga presuntamente ya está. Es lo mismo que los abogados en los juicios, que dicen 50 veces "con la venia de su señoría". Joder, aburren. Mejor que digan al principio: "Señoría, a todo lo que yo me refiera cuando me dirijo a usted es con la venia". Y ya está. Tanta venia y tanta puñeta, ¿para qué? No me extraña que aquel grupo de rock de éxito se pusiera el nombre de "Presuntos implicados", porque la muletilla prendió en el periodismo español -y por lo que se ve, en la cosa municipal- y todavía sigue. Ya sabes, Mayer, con una vez -o con ninguna- basta.

3.- Creamos, sin darnos cuenta, una jerga infame que deriva de la falta absoluta de lógica. No podemos hacernos esclavos de ninguna palabra, sino abrir el horizonte y no tener miedo. Decir "presuntamente se tiró por la ventana" es exactamente igual que reflejarlo como que se tiró, sin más. Claro que es presuntamente, porque yo no estaba allí. Pero en la calle había un señor despachurrado y arriba una mujer muerta; y no había explotado ninguna bombona de butano. Así que los hechos son los hechos. Y eso.

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