Una mujer de 38 años falleció después de que, presuntamente, su pareja le propinara diez puñaladas en su domicilio de Guaza, perteneciente al municipio de Arona (Tenerife). El hombre, G.H.H., de 31 años y de origen mexicano, intentó quitarse la vida tras cometer el crimen tirándose desde la azotea del edificio donde residía con la fallecida. La víctima, María Zulay Lozano, era madre de dos hijos, de 13 y 20 años, fruto ambos de una relación anterior.

La mujer, la primera víctima mortal por violencia de género de Canarias en 2014, no había presentado ninguna denuncia por malos tratos contra su presunto asesino, según fuentes de la Guardia Civil.

Los hechos ocurrieron en la tarde del miércoles, cuando sobre las 16:00 horas, un hombre, G.H.H., que trabajaba de camarero en un restaurante del Sur de la Isla, se precipitó desde una azotea de un edificio ubicado en la carretera general de Guaza.

Según relataron ayer los vecinos, el hombre se precipitó por la calle Aguijada, y durante la caída chocó con un volado de tejas e impactó sobre un vehículo que estaba estacionado y, posteriormente, cayó al suelo. Ante la gravedad de las heridas que presentaba se alertó al Cecoes-112, que activó al personal sanitario y trasladó al hombre al Hospital Universitario Nuestra Señora de Candelaria (Hunsc), donde ayer permanecía en estado grave. En un principio, los vecinos pensaron que se trataba de un accidente, y que el hombre se había caído mientras arreglaba la antena de televisión de la azotea. A raíz de este hecho, varios ciudadanos intentaron avisar a su pareja del suceso, la cual no respondía en el domicilio ni en el teléfono. Tras tocar en varias ocasiones a lo largo de la tarde sin obtener respuesta, y al observar que el vehículo de la mujer se encontraba estacionado en la carretera general, cerca del domicilio, decidieron avisar a la Guardia Civil de que algo más podría haber pasado en esa vivienda, de cuyo interior "salía mal olor".

Pese a las llamadas de los vecinos, no fue hasta entrada la noche cuando agentes de la Benemérita se personaron en el lugar, y tras llamar en repetidas ocasiones accedieron al interior de la vivienda sobre las 4:00 horas de ayer y descubrieron el cuerpo sin vida de María Zulay Lozano.

La mujer, según aseguraron los vecinos, se encontraba en el suelo del dormitorio, junto a la cama, tapada con una tela. Junto a ella estaba el perro de la pareja.

Según relataron los vecinos, la pareja vivía en ese domicilio, un ático situado en un tercer piso, desde hacía dos meses y, aunque la Guardia Civil no tiene constancia de que la fallecida hubiera presentado una denuncia por malos tratos, las "discusiones entre ambos eran frecuentes".

Una de las inquilinas del inmueble supuestamente escuchó "un grito de terror" el lunes, pero nunca imaginó que hubiese ocurrido una tragedia. Según la propietaria del ático donde ocurrió la muerte, el "mal olor comenzó a partir de la tarde del pasado miércoles", por lo que se baraja que el homicidio ocurriera el lunes. Además, una vecina dijo que G.H.H. pidió una maleta a un primo, la cual, presuntamente, iba a ser utilizada para deshacerse del cuerpo de la mujer.

Hija de padres emigrantes canarios a Venezuela (padre tinerfeño y madre gomera), María Zulay trabajó de administrativa en el Hospital de Icod de Los Vinos, y en la actualidad trabajaba en un catering en el Sur de Tenerife, mientras que sus hijos viven con su padre en el Norte de la Isla. Según fuentes cercanas a la familia de la víctima, la mujer mantenía una relación con su presunto agresor desde hacía más de un año y medio. Tanto el Ayuntamiento de Arona como otras administraciones guardaron ayer un minuto de silencio por la fallecida.