El ministro de Economía, Luis de Guindos, defendió ayer ante un nutrido grupo de inversores internacionales que los fundamentos de las finanzas españolas son "saludables" y confió en que el próximo paso de las agencias de calificación sea mejorar la nota de la deuda soberana española.

"Las agencias han estabilizado la perspectiva y esperamos que el próximo paso sea una mejora del rating", dijo De Guindos en su discurso en el "Spain investors day", al que han acudido casi 300 inversores internacionales para entrevistarse con empresas españolas.

De Guindos recalcó que España es un "ejemplo" de cómo funciona la consolidación fiscal ganando al mismo tiempo competitividad.

"Hace dos años España era un problema para Europa, pero hoy ha demostrado que ya no es el agujero negro", dijo De Guindos en un discurso íntegramente en inglés.

De este modo, confió en que en 2014 pueda crearse empleo con un crecimiento del PIB del 1%, aunque reconoció que el desempleo, sobre todo el juvenil, sigue siendo el principal reto del Gobierno, y está en unos niveles "absolutamente insatisfactorios".

Además, a preguntas de los inversores, explicó que la reforma fiscal que prepara el Ejecutivo para los próximos meses será "buena para el crecimiento" en términos de incentivos para las empresas, con especial incidencia en el medio ambiente.

En un contexto en el que la recuperación es aún "frágil", De Guindos (que reiteró que espera que el crecimiento del PIB en el cuarto trimestre de 2013 haya sido del 0,3%) enumeró otras reformas pendientes como la incorporación de la autoridad fiscal independiente o una mayor liberalización de los mercados.

Frente a otras preocupaciones expresadas por los inversores durante el coloquio, como la necesidad de una rebaja del gasto público, aseguró que este no es tan alto en términos comparativos, pero que en todo caso se va a tratar de "racionalizar" la toma de decisiones de los tres niveles de la administración.