Los eurodiputados euroescépticos y de extrema derecha se quedaron hoy solos en un debate del Parlamento Europeo (PE) sobre la libertad de circulación de trabajadores en la UE después de que el pasado 1 de enero se levantaran las restricciones a los ciudadanos rumanos y búlgaros.

Los grandes grupos políticos de la Eurocámara y los comisarios europeos de Empleo, Laszlo Andor y Justicia, Viviane Reding, rechazaron los argumentos "populistas" llegados especialmente de Reino Unido y Holanda que aseguran que los trabajadores rumanos y búlgaros abusan de los otros sistemas de seguridad social.

"Ningún país ha proporcionado ninguna prueba de abusos de sus sistemas sociales por parte de personas de otros países", afirmó Andor.

La Eurocámara organizó un debate a este respecto después de la polémica vivida en Reino Unido, donde ha habido mensajes alarmistas sobre la llegada masiva de trabajadores de Bulgaria y Rumanía y donde el primer ministro, David Cameron, tomó medidas preventivas.

Durante su intervención en el debate, el comisario europeo de Empleo además de negar que existan datos que confirmen un aumento de las llegadas de rumanos y búlgaros, destacó por contra la contribución que representan los trabajadores de otros países para muchas economías de la UE.

"Los trabajadores móviles son económicamente más activos que los nacionales y piden menos ayudas públicas", defendió Andor, que añadió que "cuando un europeo va a otro país va donde hay trabajo, no tiene en cuenta qué sistemas de seguridad social se encontrará".

Andor y Reding defendieron al unísono en la Eurocámara las virtudes de la libre circulación de trabajadores y defendieron que ya existen instrumentos sobre la mesa para evitar que se cometan abusos del sistema.

En la misma línea se mostraron los principales grupos políticos de la Eurocámara (Partido Popular Europeo, PPE; Alianza de Socialistas y Demócratas, S&D; Alianza Liberal y Demócrata Europea, ALDE; los Verdes Europeos y la Izquierda Unitaria Europea, GUE/NGL).

"Solo un populista se puede atrever a defender que la libertad de circulación de trabajadores no es una ventaja económica para el país de acogida", señaló el diputado conservador rumano Marian Jean Marinescu.

El líder del grupo del S&D en la Eurocámara, Hannes Swoboda, calificó de "falsa" la polémica sobre rumanos y búlgaros en Reino Unido y apuntó que "el propio (primer ministro, David) Cameron no ha sido capaz de dar cifras sobre las llegadas de inmigrantes".

Por contra, los eurodiputados euroescépticos y de extrema derecha insistieron en destacar los abusos en los sistemas de seguridad social que conlleva para los países de rentas más altas la llegada de inmigración de otras partes de la Unión Europea.

Una de las más críticas fue la eurodiputada francesa del Frente Nacional Marine Le Pen, quien abogó por "poner de una vez límites a la libre circulación de la inmigración masiva intracomunitaria".

Le Pen puso en su punto de mira "el problema de los romaníes", colectivo al que acusó de "beneficiarse de mas derechos sociales de los que se beneficia cualquier trabajador francés o británico".

La libre circulación de trabajadores en la UE consiguió formalizarse el pasado primero de enero, después de que varios países, especialmente Reino Unido, se resistieran a abrir su mercado laboral bajo el discurso de una presunta llegada masiva de inmigrantes y el supuesto abuso de su sistema de seguridad social.

El Gobierno de Cameron ha adoptado medidas para limitar el régimen de beneficios sociales del que podían disfrutar hasta ahora los ciudadanos procedentes de otro país comunitario para en última instancia desalentar la inmigración dentro de la UE.