Los duros enfrentamientos entre miembros de Al Qaeda, milicianos tribales suníes y las fuerzas de seguridad prosiguieron ayer en las ciudades iraquíes de Faluya y Ramadi, en la provincia de Al Anbar, en medio de contradictorias informaciones sobre su control.

Uno de los jefes tribales de Faluya, Abderrazaq al Aisaui, aseguró que son sus grupos los que están desplegados por toda la ciudad, donde se encargan de organizar el tráfico y donde los habitantes viven en una "situación estable de calma prudente".

Una fuente policial de Ramadi, capital provincial de Al Anbar, informó de que los hombres armados de Al Qaeda controlan zonas en el centro de Faluya y se despliegan por la ciudad, impidiendo la vuelta de las fuerzas de seguridad.