Al menos 220 personas continúan viviendo en albergues en El Salvador tras la repentina erupción el domingo pasado del volcán Chaparrastique, que en estos momentos se encuentra en calma, aunque todavía representa una amenaza para la población, informaron hoy fuentes oficiales.

De las más de 2.200 personas que se refugiaron tras la erupción de la semana pasada, se mantienen en albergues 220 personas de las zonas consideradas actualmente de alto riesgo por la incidencia de los gases de dióxido de azufre, indicó la Dirección General de Protección Civil del país centroamericano en un comunicado.

Cientos de personas comenzaron a volver a sus hogares el pasado 31 de diciembre, pese a que la autorización oficial de Protección Civil no se emitió hasta ayer, sábado, destacó el boletín de esta institución.

Aún así, hay varias familias del departamento de San Miguel (oriente), donde está el volcán, que aún no tienen permiso para retornar a sus hogares porque viven en zonas de alto riesgo.

Los habitantes de las comunidades Las Piedritas, El Amate, Cerro Partido, El Carmen y El Centro, todas del cantón Las Moritas, en el municipio de San Jorge, tampoco tienen aún autorización para retornar a sus hogares.

En la misma situación se encuentran las personas que viven en la comunidad la Chancha Quemada y el caserío La Escuela del cantón La Ceiba, del municipio de San Jorge; y el caserío Piedra Azul, La Piedrita y la Piedrona, del municipio de San Rafael Oriente, y la lotificación Los Hércules, del municipio de Chinameca.

El Chaparrastique, uno de los ocho volcanes activos en El Salvador, lanzó el domingo una gran nube de ceniza que se disipó en poco más de 24 horas sin causar muertos, heridos o daños materiales graves.

Según ha informado hoy el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN), el volcán continúa mostrando variaciones en el nivel de vibración y en la emisión de gases y, aunque tienden a disminuir, aún sigue representando un peligro para la población.

El MARN dijo que "no se descartan episodios eruptivos a través del cráter central o sus flancos y, por lo tanto, se insta a no acercarse al cráter del volcán".

El Ministerio también emitió hoy varias medidas para remover las cenizas expulsadas por el volcán.

Según las autoridades, por ahora no se registran daños ambientales por la erupción de cenizas y las emanaciones de gas, y también se ha descartado la contaminación de aguas superficiales y de pozos.

El presidente salvadoreño, Mauricio Funes, aclaró el sábado que las muertes de tres ancianos, que se estaban investigando, no fueron provocadas por la inhalación de gases emitidos por el volcán.

Sus muertes "no están relacionadas ni con el fenómeno natural, ni con la erupción del volcán, ni tampoco con las cenizas o con los gases que emanó", dijo Funes durante su programa de radio Conversando con el Presidente, en el que explicó que los tres fallecidos "eran enfermos, uno de insuficiencia renal crónica, otro de cáncer que ya se encontraba en fase terminal y uno de ellos incluso se encontraba en coma".

Por su parte, el ministro salvadoreño de Medio Ambiente, Herman Rosa Chávez, indicó que el ingreso de un joven que por una supuesta inhalación de gases emitidos por el volcán, como se dijo oficialmente en su momento, finalmente no tenía "ninguna relación" con eso.