Señala el presidente de la Confederación Canaria de Asociaciones Profesionales (Concap), Juan Luis Lorenzo Rodríguez, la situación de asfixia en que se encuentra Canarias. Una situación que atribuye a la falta de ideas constructivas, la maraña legislativa, la falta de inversión pública y la presión fiscal. Recuerda el presidente de esta asociación empresarial que a finales de 2012 la tasa de desempleo en el Archipiélago era del 33 por ciento y que las promesas iban dirigidas a abandonar las pruebas, ensayos y anteproyectos de leyes y reglamentos que aún tardarán años en entrar en vigor, y que se apostaba por tomar decisiones y convertir la Administración pública en una máquina de productividad y en una fábrica de proyectos viables y rentables para esta tierra a muy corto plazo. Un año más tarde la tasa de paro es del 35,1 por ciento, el paro juvenil llega al 64,6% y los mayores de 55 años en paro son el 26,8%.

Compartimos con Juan Luis Lorenzo, amigo de esta Casa, sus preocupaciones porque realmente la situación que se vive en estas Islas es de auténtica alarma. El paso previo -llevamos varios días advirtiéndolo- a que se produzca un terremoto social con devastadoras consecuencias que no deseamos. Tan solo estamos avisando de lo que puede suceder si seguimos por el mismo camino: la vía de seguir sometidos al colonialismo español y a sus abusos en materia fiscal y de legislación laboral, además de gobernados por un necio político empeñado en matar al mensajero que le dice lo que no quiere ni le conviene oír. Ese es Paulino Rivero.

Por mucho que quieran algunos convencernos de lo contrario, insistimos en que jamás saldremos del agujero mientras no tengamos la libertad que nos permita administrar en beneficio propio nuestros recursos, en vez de consentir que lo hagan los españoles de la misma forma en que vienen haciéndolo desde hace casi seis siglos. No podemos seguir arando con estos bueyes. Lo que tenemos ya no nos sirve. No podemos renunciar a unos recursos que nos permitirían, como decimos, salir adelante por nosotros mismos en el caso de que estuviesen en nuestras manos.

Es vergonzoso que el canario no pueda hacer uso de su identidad ni en su tierra, ni fuera de ella. En la Península ibérica, en toda Europa, en África e incluso en América siempre estamos mendigando una identidad. Una identidad que poseeríamos como canarios si fuésemos independientes. Una identidad que nos permitiría vivir con dignidad y no de la forma inicua en que viven los nativos colonizados por una nación que se encuentra en otro continente. Una nación a la que estamos unidos a la fuerza y no por voluntad propia. No podemos decir que somos canarios porque nos obligan a portar documentos en los que figura la identidad de españoles, lo cual es falso. Estando en estas circunstancias, ¿cómo no vamos a ir de mal en peor no solo en los aspectos económicos a los que se refiere el presidente de la Concap?

En realidad, únicamente somos canarios en la intimidad familiar y en las romerías. Oficialmente nos obligan a ser españoles. Una situación vergonzosa que soportamos sin protestar debido a nuestro aplatanamiento como pueblo. Una situación no solo vergonzosa sino también vergonzante porque los españoles se interesan por nosotros como individuos exóticos. Indígenas, insistimos, llegados de allende los mares a los que se observa con curiosidad, pues nuestra forma de hablar delata inmediatamente que somos canarios. Y cuando nos cuidan -lo cual no siempre ocurre- lo hacen como se preserva a las especies protegidas. No necesitamos la ayuda de los españoles y de los europeos. No necesitamos el REF ni ser una de las muchas regiones ultraperiféricas europeas, pues ese es otro vil disfraz para ocultar el colonialismo. Queremos la libertad que nos corresponde para ser canarios. Mientras no la obtengamos, desengañémonos: no seremos nada en el mundo. Colonizados como estamos no somos nadie salvo los gañanes de la finca que tiene España muy lejos de su capital y a apenas cien kilómetros de la costa de Marruecos. Un Archipiélago situado casi íntegramente en la Zona Económica Exclusiva del reino alauita.

Lo peor es que seguimos saqueados por España. ¿Cómo se concibe que continuemos de brazos cruzados ante la ingente cantidad de dinero que se lleva la Hacienda española de estas Islas? Es inconcebible que continuemos siendo tan borregos, y sentimos mucho por nosotros mismos que tengamos que decir esto pero es la pura verdad.